'7:19' afronta dos mundos sociales muy distintos en una misma tragedia

Con la película “7:19:, el director mexicano Jorge Michel Grau explora lo que pasa con dos universos irreconciliables, dos mundos de contraste, cuando acontece una tragedia y las clases sociales no sirven de nada en momentos de desesperación y desastre.

“Era el comentario principal, qué pasa con dos universos completamente irreconciliables cuando se tienen que enfrentar en una tragedia, una misma circunstancia”, expresó el cineasta en entrevista con Notimex.

“7:19” es el nuevo largometraje de Michel Grau que llegará a las salas cinematográficas este 23 de septiembre, y que cuenta la historia de un poderoso diputado y un humilde velador, quienes quedan atrapados bajo los escombros de un edificio tras el terremoto que sacudió la Ciudad de México en 1985.

“El edificio los tiene sometidos y van a tener que hablar y van a tener que verse a las caras por varios días”, agregó el realizador, quien por ello dice que apostó fuertemente por el talento de Héctor Bonilla y Demián Bichir.

“Ellos están atrapados, prácticamente inmóviles, y toda la interpretación iba a ser prácticamente con la mirada, entonces necesitaba dos muy buenos actores que pudieran ayudar a que la historia se hiciera realidad”.

“Que tuviéramos todas estas llegadas, no solamente a identificarnos con el personaje, enamorarte de ellos y entender su cambio, sino de vivir cada una de sus emociones y estar ahí adentro con ellos, ahí enterrados”.

Desesperación, miedo y dolor, son sólo algunos sentimientos que ambos reflejan sin decirlo. “La idea era enterrar al público con ellos, que vivieran la misma sensación y entendieran por qué están ahí y por qué van tomando esas decisiones”.

“La apuesta en cámara estaba jugando a favor de eso, que el público se sintiera ahí, que no hubiera escapatoria y que tuvieran que prestarle ojos a lo que ellos estaban viviendo”, subrayó el director.

Sin duda, la cámara juega un papel muy importante, puesto que la mayoría del rodaje se realizó dentro de una cápsula en la que sólo están los dos actores.

“Fuimos muy cuidadosos en todo, redujimos tiempo de rodaje al mínimo, cuatro semanas es muy poco para hacer una película, y así tuvo que ser para poder sobrevivir y contar, entre otras cosas maravillosas”.

Entre ellas se encuentra el trabajo con una fisioterapeuta, madre de Jorge Michel Grau, quien trabaja con ambos luego de las pesadas jornadas en las que debían mantenerse por largo tiempo en una sola posición.

“La madre de Jorge es una fisioterapeuta formidable, entonces, pusimos una tienda de campaña a dos metros de donde estábamos rodando para componer cuellos, caderas, espaldas, y ayudó mucho en el desarrollo”, reveló Bichir.

Además del reto físico que supuso participar en esta película, tanto Bonilla como Bichir reconocieron que no dudaron en aceptar el proyecto una vez que leyeron el guión.

“Yo encuentro muchas virtudes en la trama, desde que lo leí por primera vez, me pareció que era un riesgo muy atractivo, a uno le gusta subirse a un carrusel de esa naturaleza, una rueda de la fortuna, me gusta el vértigo, me siento bien y todo pintaba maravillosamente en el papel”, resaltó Demián.

“A partir de ahí se tienen que generar una serie de elementos para llevarse a cabo y yo conocía ya el trabajo de Jorge, sabes lo que hay y me parece que es una película que adquiere ese tipo de virtudes, es una historia distinta, valiente, audaz, extraña, y me gustaba también atrás, la idea de que no tuviera 20 o 30 películas en sus hombros como director”, agregó.

Para Héctor, esta historia basada en hechos reales, está contada de una forma tan inteligente que rápidamente lo atrapó, “básicamente, la inteligente visión de Jorge fue lo que me llamó la atención, porque las cosas son planas y cuando se suscita a elaborar una metáfora, es cuando cobra forma”.

“Si tú empiezas a hacer algo y lo sofisticas, entonces es cuando vale la pena. Lo que hizo este hombre con una metáfora, donde vemos confrontadas las dos posiciones totalmente opuestas entre un político poderoso con mucho dinero, y un velador sumido en la pobreza y la ignorancia…”

“Físicamente, mi personaje es alguien que cojea, tiene un determinado deterioro, etcétera, entonces ves que entra Demián elegantísimo y prepotente, y yo soy un vejete ahí agachado, el respeto con el que le hablo, en ese momento, contrastando cuando ya se dijeron todo lo que se tenían que decir es impresionante”.

“Lo maravilloso es que les dices: espérense los dos tantito, ahí quietecitos y platiquen, eso es lo que me subyugó y dije, qué maravilla, y luego, esto es inherente al guión, viene la invitación de Demián, que es un ser muy especial para mí, como actor, amigo, y me hizo muchísima ilusión (participar en esta cinta)”.

Para Bichir, nominado al Oscar por su trabajo en “A better life”, actuar al lado de un hombre como Héctor, no sólo ayuda a la película, y juntos lograron una mejor interpretación.

“Necesitas siempre un jugador poderoso frente a ti para que tu juego también se eleve y pues Héctor, es Héctor, siempre ha sido un ejemplo para mis hermanos y para mí y para los de mi generación que queríamos ser actores o porqué queríamos ser actores.

No sólo por su congruencia que siempre lo ha determinado como hombre y como artista, sino por la calidad del trabajo que ha entregado, mucho de ese trabajo lo había hecho con mi padre y, reencontrarnos en esta historia, donde el epicentro también es Tlatelolco, como en ´Rojo amanecer´, todos estos elementos se conjuntaron”.

NTX/RGM/LRL