Actividades después de los 60 años evitan deterioro de la memoria
A partir de los 60 años, cuando las personas se retiren de sus actividades laborales, deben programar actividades ordinarias de ocupación para evitar padecimientos relacionados con el deterioro de la memoria.
En el marco del Mundial del Alzheimer, que se conmemora este 21 de septiembre, el director de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud, Félix Higuera Romero, explicó que la demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria.
Asimismo, del intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria, añadió en entrevista.
Refirió que en el mundo hay unos 47.5 millones de personas que padecen demencia y cada año se registran 7.7 millones de casos nuevos y la enfermedad de Alzheimer, que es la causa de demencia más común que acapara entre el 60 y 70 por ciento de los casos.
Los signos y síntomas relacionados con la demencia se pueden entender en etapas temprana, intermedia y tardía, las cuales varían de acuerdo a la severidad de los síntomas y la edad de las personas, abundó.
La etapa temprana a menudo pasa desapercibida, ya que el inicio es paulatino y sus síntomas más comunes incluyen tendencia al olvido, pérdida de la noción del tiempo, desubicación espacial, incluso en lugares conocidos.
A medida que la demencia evoluciona hacia la etapa intermedia, los signos y síntomas se vuelven más evidentes y limitadores, en la cual las personas empiezan a olvidar acontecimientos recientes, nombres de las personas y están desubicadas en su propio hogar.
También tienen cada vez más dificultades para comunicarse, empiezan a necesitar ayuda con el aseo y cuidado personal, sufren cambios de comportamiento como dar vueltas por la casa o repiten las mismas preguntas, detalló.
Higuera Romero anotó que en la última etapa de la enfermedad, la dependencia y la inactividad son casi totales, pues las alteraciones de la memoria son graves y los síntomas y signos físicos se hacen más evidentes.
Los síntomas incluyen una creciente desubicación en el tiempo y espacio, dificultades para reconocer a familiares y amigos, necesidad mayor de ayuda para el cuidado personal, dificultad para caminar, alteraciones del comportamiento que pueden exacerbarse y desembocar en agresiones.
En Sonora el dos por ciento de las personas mayores de 60 años presentan una fase temprana de la enfermedad, mientras que el diez por ciento de sonorenses entre 70 y 79 años están en la fase intermedia de la enfermedad.
En tanto que entre un 20 y un 40 por ciento de las personas de 80 años o más tienen la enfermedad en la etapa tardía.
NTX/RAF/RLM/AJV