La Escuela de Medicina del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus Monterrey, realiza un proyecto de regeneración celular del endotelio, la última capa de la córnea, que sería una opción ante la falta de donantes.
La investigación multidisciplinaria del doctor Jorge Eugenio Valdez García, que lleva por nombre “Regeneración celular de córneas artificiales”, se desarrolla con el apoyo de médicos oftalmólogos, bioinformáticos, biotecnólogos y biomédicos.
La córnea está formada por seis capas de células, la más externa se llama epitelio; le siguen la membrana de Bowman, estroma, Dua, membrana Descemet, y por último el endotelio, explicó la doctora Judith Zavala, quien forma parte del equipo.
En una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Zavala dijo que cuando el endotelio presenta algún daño, la opacidad de la córnea puede derivar en ceguera.
La afectación al endotelio significa más de 50 por ciento de las causas de ceguera corneal, pues una vez dañado en una persona adulta no se renueva, señaló la doctora.
“Es la capa (endotelio) que los involucrados en esta innovación nos hemos abocado a estudiar. In vivo o dentro del organismo es imposible que el endotelio se regenere”, indicó la especialista.
“Sin embargo, en un ambiente controlado o de laboratorio, esto es in vitro, al incorporar en una córnea humana células endoteliales obtenidas de conejos, moléculas a las que nosotros distinguimos como factores de crecimiento, el resultado ha sido su proliferación.
“Ello, constituye un parteaguas, porque de esta manera es factible producir células para ulteriormente trasplantarlas”, añadió.
De acuerdo con Zavala, diversos grupos de investigación dedicados al cultivo de células hallaron que aún dentro del cuerpo las células conservan su forma hexagonal, no obstante, en cultivo y con las moléculas de crecimiento adheridas, las células cambian su morfología.
“Las células se multiplican a tal grado que de un solo pedacito de córnea podrían realizarse entre tres y 10 trasplantes”, sostuvo.
Zavala comentó que decidieron trabajar con conejos de diferentes edades, puesto que sus ojos poseen características similares a las de los humanos.
“Probamos con conejos de tres, seis, 12 y 18 meses de edad, dándonos cuenta que a partir de los 12 meses y en adelante, su endotelio, al igual que en los humanos, deja de regenerarse”, explicó.
Después los investigadores pusieron a prueba los biomateriales que hicieron, a fin de saber si servían como andamio, a través de una especie de lente de contacto, para sostener las células proliferadas in vitro y poder trasplantarlas después.
En la actualidad, el siguiente paso para llevarlo con los humanos es juntar el cultivo celular, el biomaterial y el modelo preclínico que de forma autónoma tuvo resultados favorables.
NTX/ICB/LCH/JLR