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Tiempo, clave para diagnóstico y atención oportuna de infarto cerebral

El diagnóstico y tratamiento médico inmediato pueden salvar y disminuir la posibilidad de sufrir un discapacidad en quienes tengan una embolia o infarto cerebral, aseguró el neurólogo Luis Manuel Murillo Bonilla.

“La Enfermedad Vascular Cerebral (EVC) deber ser diagnosticada de manera muy temprana porque dependemos de pocos minutos o pocas horas para actuar”, expuso en el XIV Congreso Panamericano de Neurología 2016.

Los neurólogos insistieron en que las primeras cuatro horas son cruciales para llevar al paciente a una sala de Urgencias y ser diagnosticado de manera oportuna.

El vicepresidente de la Asociación Mexicana de Enfermedad Vascular Cerebral (Amevasc) explicó que un individuo puede perder millones de neuronas por cada hora que una arteria en el cerebro permanezca ocluida.

“Esto puede traducirse en días o años de vida saludables y es más catastrófico conforme pasa el tiempo”, expresó en el marco del Día Mundial de dicho padecimiento.

Para intervenir y restaurar el flujo sanguíneo, aseveró, es importante identificar a tiempo los síntomas de trastornos del lenguaje, asimetría facial o boca desviada y debilidad de un brazo o pierna.

El tesorero de Amevasc, Juan Manuel Calleja Castillo, argumentó que si bien en los años 70 y 80 no había tratamiento, la actual alternativa llamado trombólisis ha cambiado el panorama porque permite recanalizar la artería ocluida y, de esta manera, recuperar por completo las funciones neurológicas del paciente.

Indicó que los resultados son porque el tratamiento puede aplicarse en cuatro horas y media después de los primeros síntomas, lo cual reduce hasta 30 por ciento la posibilidad de presentar una discapacidad.

Murillo Bonilla recordó que seis de cada 10 eventos vasculares culminan en embolia y siete de cada 10 pacientes mexicanos presentan secuelas importantes, discapacidad física de algún tipo o fallecen.

El jefe de Neurología y Salud Mental del Instituto de Seguridad Social de Estado de México y Municipios (Issemym), Carlos Espinosa, dijo a su vez que la embolia, el infarto o ataque cerebral es más común en personas mayores de 50 y 60 años edad, pero hay también casos en edad pediátrica.

Precisó que en los menores de edad está relacionado con algún problema congénito del corazón y en los adultos hay mayor prevalencia por los cambios en el estilo de vida, el consumo de tabaco, el colesterol o la glucosa elevada, además de hipertensión, obesidad y diabetes.

“Con el simple hecho de atacar estos factores podemos disminuir la morbilidad en el número de casos y la mortalidad de manera notable”, expresó Espinosa Castillo durante dicho congreso.

Sin embargo, el especialista subrayó que hay 25 por ciento de posibilidad de que vuelva a ocurrir un evento vascular cerebral mayor y catastrófico, al no establecer ninguna medida de prevención.

Algunas investigaciones señalan que en México hay 30 casos por cada cien mil habitantes, lo cual la coloca en la tercera causa de muerte después de la diabetes y las enfermedades del corazón.

También muestran que la Enfermedad Vascular Cerebral (EVC) es la segunda causa de muerte y la primera consecuencia de invalidez a nivel mundial.

Ante este panorama, médicos neurólogos sumaron esfuerzos y desarrollar el Plan Estratégico para la atención de la Enfermedad Vascular Cerebral en el primer nivel de atención médica e impulsar una campaña de información, capacitación médica y prevención en la materia.

Además, con apoyo del presidente de la Comisión de Salud en la Cámara de Diputados, Elías Octavio Íñiguez Mejía, buscarán la manera de incluir esta enfermedad dentro del rubro de gastos catastróficos del Presupuesto de Egresos de 2017.

NTX/CTS/EPT

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