Más de 35 títulos de México han destacado en 70 años del Festival de Cannes
En 1946 se llevó a cabo en Francia la primera edición del Festival de Cannes y desde entonces el cine mexicano ha estado presente con más de 35 títulos en la Sección Oficial de competencia.
La primera película que participó fue “María Candelaria” (1943), de Emilio “El Indio” Fernández, que con las actuaciones de Dolores del Río y Pedro Armendáriz obtuvo la Palma de Oro y el Premio a la Mejor Fotografía para Gabriel Figueroa.
El filme rodado en Xochimilco y que ocupa el lugar número 37 de la lista de los 100 mejores del cine mexicano, fue un regalo de Emilio Fernández a Dolores del Río por el día de su cumpleaños. “El Indio” y Mauricio Magdaleno escribieron el guión durante una noche sobre varias servilletas de papel.
Ese mismo año figuró la cinta “Los tres mosqueteros” (1942), de Miguel M. Delgado, protagonizada por Mario Moreno “Cantinflas”. Se alzó con la Mejor Fotografía también para Gabriel Figueroa.
Durante las dos ediciones siguientes no hubo noticias del Séptimo Arte mexicano en Cannes, sino hasta 1949 a través de “Pueblerina” (1948), de Emilio “El Indio” Fernández, que con la actuación estelar de Columba Domínguez mereció el Premio a la Partitura Musical.
Según los críticos de la época, se trataba de la mejor propuesta que “El Indio” había presentado a lo largo de su carrera y en la que Antonio Díaz Conde fue el autor de canciones como “Chiquita”, “Dos arbolitos”, “Tú, sólo tú” y “La paloma”, entre otras.
Para 1951, “Los olvidados” (1950), de Luis Buñuel, sobresalió con el premio al Mejor Director. El cineasta español retrata la fatalidad del destino entre lo absurdo e irracional de la vida misma. Este trabajo lo colocó de nuevo en la mira internacional.
“Doña Diabla”, de Tito Davidson, con María Félix a la cabeza del reparto, se incluyó en la quinta edición de Cannes, pero no mereció ningún reconocimiento, como tampoco “Subida al cielo”, de Luis Buñuel en 1952.
Ese mismo año participó “La ausente”, de Julio Bracho, con Andrea Palma, Rosita Quintana y Arturo de Córdova, pero se fue con las manos vacías.
En la siguiente edición, Roberto Gavaldón logró colocar “Las tres perfectas casadas”. Aunque la belleza de Miroslava impactó a la audiencia, la producción no consiguió nada tras la competencia, pero Emilio “El Indio” Fernández sí con “La red”, al obtener el Premio Internacional a la Mejor Película plasmada a través de la imagen.
Fue un periodo prolífico para el cine de México, porque Buñuel (nacido en España pero naturalizado mexicano) de nuevo se coló en la competencia a través de “Él”, que fue rodada durante tres semanas. En sus memorias, el director escribió que fue su cinta favorita.
Cabe resaltar que 1954 fue otro buen año al registrar “Memorias de un mexicano”, de Carmen Toscano de Moreno; “El niño y la niebla”, de Roberto Gavaldón, y “El mártir del calvario”, de Miguel Morayta.
Ninguna consiguió reconocimiento, pero esta última ha sido catalogada como la mejor en México por su temática religiosa. En las actuaciones sobresalen Enrique Rambal y Manolo Fábregas.
“Raíces”, de Benito Alazraki, resaltó en 1955, así como “Talpa”, de Alfredo B. Crevenna, y “La escondida”, de Roberto Gavaldón en la siguiente competencia. En este filme, María Félix llamó la atención por su belleza, mientras que Pedro Armendáriz como imagen clara del macho mexicano.
Para 1959, Luis Buñuel volvió a colocarse en la mira mediante “Nazarín”, que obtuvo el Premio Internacional. Narra el caso del padre “Nazario” a principios del siglo XX durante el gobierno de Porfirio Díaz. Expresa lo que el Evangelio dice que fue Jesús: un hombre libre, comprometido, misericordioso y cercano a la gente.
“La cucaracha”, de Ismael Rodríguez, también se involucró en la lista de ese año, aunque sin beneficios, lo mismo que “The young one/La joven”, en 1960, y también dirigida por Luis Buñuel. Fue una coproducción entre Estados Unidos y México.
Después de haber sido visto en Cannes tan sólo como actor de reparto, Ignacio López Tarso figuró en 1960 como estelar a través de “Macario”, de Roberto Gavaldón, y con imagen de Gabriel Figueroa.
Silvia Pinal también consiguió que los ojos del festival se postraran en ella para 1961 a través de “Viridiana”, de Luis Buñuel, que ganó la Palma de Oro ex aequo.
Su estreno fue un acontecimiento artístico a nivel mundial, pero también motivo de escándalo debido a que el periódico vaticano L’Osservatore Romano la tachó de blasfema, y en España fue prohibida su proyección, así como en Italia.
En 1962 Buñuel repitió con “El ángel exterminador”, que obtuvo el FIPRESCI (Premio de la Crítica Internacional) y el premio de la Sociedad de Escritores del Cine. La propuesta retrata los excesos de la burguesía. De acuerdo con “The New York Times”, es una de las mil mejores películas de todos los tiempos.
El premio FIPRESCI lo mereció “Tarahumara”, de Luis Alcoriza en 1965, y dos años después “Pedro Páramo”, de Carlos Velo, se ubicó en la lista sin rendir frutos en el encuentro francés.
Por primera vez, Arturo Ripstein se hacía presente en 1974 con el “Santo oficio”, aunque poco le gusta hablar de Cannes debido a que en 2016 exhibieron una copia restaurada de su ópera prima “Tiempo de morir” (1965) y no le pareció, pues dijo que no fue una película que le haya gustado hacer y que era mejor olvidarla.
Tuvieron que transcurrir dos décadas para que México sobresaliera de nuevo en Cannes y fue precisamente con “La reina de la noche”, de Arturo Ripstein en 1994. Patricia Reyes Spíndola, Blanca Guerra, Alberto Estrella y Ana Ofelia Murguía la protagonizan.
En 1999 Ripstein de nuevo estuvo en la mira con “El coronel no tiene quien le escriba” y Salma Hayek como estelar. Fue su más reciente participación en la Sección Oficial de Competencia y por la que tampoco consiguió galardones.
En boca de todos se posó el cine mexicano cuando en 2005 el director Carlos Reygadas presentó “Batalla en el cielo”, una coproducción entre Francia, Bélgica, Alemania y México.
Llegó a ser considerada fuerte candidata a recibir la Palma de Oro como Mejor Película, pero finalmente el jurado se la otorgó a “L´Enfant”, de los belgas Jean Pierre y Luc Dardenne. El estreno generó mucha expectación debido a los comentarios que se suscitaron en Europa, ya que hicieron énfasis en su alto contenido sexual.
Alejandro González Iñárritu debutó con éxito en Cannes durante 2006 a través de “Babel”, una producción entre Francia, Estados Unidos y México. Regresó a casa victorioso con el premio al Mejor Director y el Premio Vulcain al Artista Técnico. El guión fue de Guillermo Arriaga y con Gael García en el rol protagónico.
En 2006, Guillermo del Toro también figuraba por primera vez con “El laberinto del fauno”. Aunque la coproducción México-España fue honrada en Hollywood, en el Festival de Cannes se retiró sin conseguir triunfos.
Al año siguiente, Carlos Reygadas volvía triunfante con “Luz silenciosa”, al obtener el Premio del Jurado ex aequo, mientras que tres años después lo hacía Alejandro González Iñárritu con “Biutiful” conquistando el galardón a Mejor Actor ex aequo y Premio Vulcain al Artista Técnico.
“Post tenebras lux” de nuevo le otorgaba el éxito a Carlos Reygadas en 2012, quien se alzó con el premio al Mejor Director.
En la siguiente edición destacaba “Heli”, de Amat Escalante, con el reconocimiento al Mejor Director y, finalmente, “Chronic”, de Michel Franco, en 2015, con un galardón al Mejor Guión.
NTX/CPO/ACJ/CANNES17