Cine

Stephanie Sigman habla sobre su experiencia con Anabelle

Durante la presentación de “Anabelle 2: La creación”, quedó claro que hay una nueva figura que poco a poco comienza a magnetizar la atención de los medios. Es Stephanie Sigman, quien con méritos propios ha logrado posicionarse con paso firme en el cine de categoría.

Ahora, con la que es su primera película de terror, la nacida en el Estado de Sonora contó las experiencias que vivió durante el filme, que se estrena en nuestro país el próximo 17 de agosto.

Sobre lo que sintió en su primera experiencia en una película de terror, la actriz confiesa que fue “¡Extraño!, la verdad fue muy agradable, me consintieron mucho y fue sorprendente trabajar con estas increíblemente buenas actrices (Lulu Wilson y Talitha Bateman), que son unas niñas, pero de verdad que son muy buenas. Este fue un proceso en el que pude explorar aspectos que yo no conocía de mí, como esta parte de ser una figura materna en la película; sentí que no estábamos rodando una película, más bien era como jugar con las niñas; fue sobre todo una buena experiencia; amé hacer este personaje”.

La actriz da vida a la “hermana Charlotte”, una mujer que se encarga de las niñas en la historia y debe lidiar con todo tipo de acontecimientos que retan el sentido común, aunque nada se compara como verse frente a frente con la diabólica muñeca “Anabelle”.

Para Stephanie el desafío que encontró en la película fue más profesional que sobrenatural. Y es que darle el tono correcto a un personaje que se mueve en un mundo de pesadillas no es nada fácil. “Creo que me costó un poco encontrar un balance. Sabes, mucha gente piensa que ser una monja tiene que ser de una u otra forma, por lo que encontrar un balance entre lo que la película exige y empatar con que tan amorosa y comprensible debes ser con los niños fue un desafío, además de ser cariñosa y ‘cruda’ (real)”.

Stephanie confiesa que hoy por hoy, su mente está llena con todo lo que vivió durante el rodaje. Una serie de experiencias que la convirtieron en una actriz más completa y sí, con más conocimiento sobre el mundo de lo paranormal. Hay una escena que piensa que fue de las mejores y reconoció que al verla le quedó tan cómo sorprendida. “Estar suspendida en el aire fue una gran experiencia, pero lo que viene después lo tuvo que hacer mi doble, pues no es fácil ser arrojada por el aire y romper un cristal. Gracias a Dios lo hizo ella y no yo, porque creo que pudo doler un poco”.

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