Cine

Aspira película mexicana 'Cerulia' a dos premios Quirino de animación

La cineasta mexicana Sofía Carrillo González aspira a dos premios Quirino de la Animación Iberoamericana, el de Mejor Cortometraje y el de Mejor Obra de Animación con su película “Cerulia”, en la que desarrolla argumentos que tienen que ver con la niñez.

Los premios Quirino de la Animación Iberoamericana en su primera edición se darán a conocer la noche de este sábado en Tenerife, isla canaria española frente a las costas de África.

“Estoy muy feliz, está padrísimo que hayan implementado estos premios y es un honor estar nominada junto a grandes de la animación. Estoy muy emocionada. Inscribimos “Cerulia” y quedó en cuatro categorías, aunque finalmente son dos en las que optamos a un Premio Quirino”, dijo a Notimex, Carrillo González, originaria de Jalisco, en el occidente de México.

“Es fascinante y me siento muy orgullosa del trabajo que hicimos en Guadalajara, (Jalisco) que tengamos esta posibilidad y que “Cerulia” se esté viendo en muchos lugares de Europa y de Latinoamérica”, destacó.

Carrillo González realiza cintas de animación desde hace diez años, cuando empezó con “Fuera de control”, luego “Prita Noire”, después “El corazón del sastre”, “La casa triste” y “Cerulia”, el más reciente cortometraje que ha hecho.

En entrevista con Notimex, explicó que “Cerulia” nació de un cuento que escribió cuando tuvo una de las muertes más significativas de uno de sus seres queridos, la primera de hecho, y entonces escribió un cuento dedicado a sus abuelos con el objetivo de intentar dejar irlos.

“Hablaba mucho del momento en que estás haciendo frente al duelo y después cómo empiezas a sanar poco a poco la tristeza y a lo mejor no a sanar, pero sí a ceder. Retomé el cuento, lo aderecé con más cosas que venía trabajando, muchas anécdotas de la niñez con mis primas, una casa de los abuelos sin vender, y lo que obtuvimos fue una “Cerulia” un poco tenebrosa”, dijo.

Carrillo González ha desarrollado proyectos con un alto componente emocional, a nivel muy personal, y todos han tenido alguna relación con un momento que estaba viviendo, “todos han tenido la urgencia de salir, porque necesitaba tratar algún tema”, contó.

Para la mexicana, “la animación es mucho una forma de sanar, una forma de trabajar temas como muy difíciles para mí, son como un doctor, entonces llegan los temas y dependiendo del que esté como más enfermo, lo tengo que tratar, entonces así es como escojo un poco los temas, soy un médico que tiene que tratar al más enfermo”.

Su interés por la animación llegó cuando tenía entre ocho y nueve años y vio un cortometraje llamado “La mascota”, dirigido por Wladyslaw Starewicz, en un canal cultural en la ciudad de Guadalajara.

“Era un ‘stop motion’, una madre que es muy triste, muy pobre, su hija está enferma, hace muñecos, entonces está cociendo uno de los muñecos y derrama una lágrima en el personaje y eso le da alma al personaje, entonces bueno, nada, me fascinó, fue impresionante , aunque también era oscuro”, expresó.

“El personajito termina, no sé por qué, en unos tugurios, lo persiguen unas especies de diablillos, era a la vez oscuro, pero tierno para mi, y empecé a fantasear entre el cine y la animación, la posibilidad de vivir y crear mundos fantásticos, la posibilidad de crear espacios y crearlos a mano”, agregó.

Tras “Cerulia”, la mexicana trabaja en un par de proyectos, uno está en primer tratamiento, otro en desarrollo, pero ambos tienen que ver un poco con la niñez, dijo Carrillo González.

“A mi me gusta bromear como que todo me sucedió entre los siete y los nueve años, todo me pasó, vuelvo y recurro mucho a esa parte de mi infancia, entonces, tienen que ver con estos momentos de la niñez y son niños un poco inadaptados”, compartió.

Aseveró que “me interesa hablar sobre la tolerancia, las diferencias, y creo que ambos proyectos van un poquito por ahí, ambos son largometraje”.

NTX/I/AMG/SRA/

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