Ciencia y Tecnología

Ciencias sociales excluidas de la política científica y ámbito cultural

Para entender fenómenos como la violencia de género, migración e incluso la alimentación es necesario la participación de las ciencias sociales, las cuales en conjunto con las ciencias exactas, brindarían mejores respuestas a problemas nacionales, señaló la directora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), Julieta Valle Esquivel.

En el marco del 80 aniversario de la institución, lamentó que las ciencias sociales, no suelen ser incluidas dentro de los temas de ciencia ni de cultura. “No hay un lugar para nosotros, y es lamentable porque más que clasificarnos y separarnos, lo que tenemos que hacer es unirnos y trabajar en colaboración para resolver los problemas que hoy nos aquejan”, expresó.

La etnohistoriadora recalcó que la tarea de las ciencias sociales es mantener una visión de la diversidad cultural más amplia y en la actualidad, evitar prácticas discriminatorias. “Es al antropólogo y a las ciencias sociales a quienes nos toca llevar el conocimiento a los jóvenes”, destacó.

En entrevista, mencionó que el quehacer científico de las ciencias sociales en la actualidad se basa en dar respuesta a los fenómenos sociales que hoy cobran gran relevancia como lo son la equidad de género, violencia, migración, derechos humanos, cambio lingüístico, cambio religioso y territorialidad.

“Tenemos que buscar colaboraciones. Por ejemplo, la alimentación es obvio que tiene un componente biológico y químico, pero también hay un componente cultural y social. Hay prohibiciones de alimentos por razones de tipo cultural como las abstinencias en actividades festivas religiosas como la cuaresma”.

“Podemos hacer una etnografía de la alimentación. Podemos examinar desde una perspectiva de cuentas, de números y de datos fríos; por ejemplo mezclar bioquímica con antropología. Tenemos que enlazar ciencia y cultura dentro de un mismo campo”, agregó.

Recordó que el país cuenta con un semillero de científicos que aportan su conocimiento a las ciencias sociales desde la ENAH, fundada en 1938, y la cual posee en la actualidad las carreras de Antropología física; Antropología social; Arqueología; Entohistoria, Etnología; Lingüística; e Historia.

Además, los posgrados de Antropología Social; Antropología Física; Arqueología; Historia y Etnohistoria; Lingüística Antropológica.

“Tenemos 80 investigadores de tiempo completo, representamos 10 por ciento de los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), esto es referencia del nivel de importancia de esta escuela aunque la gente no lo sepa, y creo que eso nos ha faltado, hacer más divulgación”, reconoció.

Sostuvo que si bien la ENAH mantiene interés por los temas actuales que atraviesa la sociedad nunca ha dejado de lado el estudio de la diversidad lingüística; el conocimiento del pasado prehispánico y en especial, el estudio de los pueblos indígenas.

“Esto nos parece importante porque tratamos de entender por qué basamos nuestro pasado en el pasado prehispánico y del cual se habla como un orgullo nacional, pero ya en la práctica se discrimina y existe un cierto repudio por los herederos de sangre de estas culturas, siguen marginados de un proyecto de nación y de sociedad”.

Adelantó que este y otros temas serán expuestos por expertos durante una serie de conferencias y simposios que se realizarán para conmemorar el 80 aniversario de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, la cual realizará sus festejos entre julio de 2018 y 2019.

NTX/AGL/MSG//

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