Rayos en Júpiter son similares a los de la Tierra
Un grupo de científicos de la misión Juno, de la NASA, reveló que los relámpagos de Júpiter son similares a los de la Tierra, sin embargo, de alguna manera, ambos son polos opuestos.
Cuando la nave espacial Voyager 1, de la NASA, sobrevoló Júpiter en 1979, los científicos se preguntaron el origen del rayo de Júpiter.
Los resultados de dicho encuentro arrojaron que las señales de radio asociadas a los rayos no coincidían con los detalles de las señales de radio producidas por estos mismos relámpagos en la Tierra.
“No importa en qué planeta estés, los rayos actúan como transmisores de radio, emitiendo ondas de radio cuando cruzan el cielo”, explicó la autora principal, Shannon Brown, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) en Pasadena, California.
Agregó que durante los primeros ocho sobrevuelos al “gigante gaseoso”, el instrumento MWR de Juno detectó 377 descargas de rayos en megahercios y en rango de gigahertz, lo cual se puede encontrar con las emisiones de rayos terrestres.
“Creemos que la razón por la que somos los únicos que podemos ver es porque Juno está volando más cerca de la iluminación que nunca, y estamos buscando una frecuencia de radio que pase fácilmente a través de la ionosfera de Júpiter”, apuntó.
El nuevo documento publicado en la revista “Nature” señala que una diferencia es que los rayos en la Tierra congregan cerca del ecuador y de los polos en Júpiter.
“Existe mucha actividad cerca de los polos de Júpiter, pero ninguno cerca del ecuador. Puedes preguntarle a cualquiera que viva en los trópicos; esto no se aplica a nuestro planeta”.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), detalla que la Tierra recibe parte de su calor por rayos solares, y debido a que el ecuador es el más afectado, el aire cálido y húmedo se eleva de forma libre ahí, esto alimenta las tormentas eléctricas que producen rayos.
La agencia espacial estadunidense expone que la órbita de Júpiter está cinco veces más alejada del Sol que la órbita de la Tierra, por ello el “gigante gaseoso” recibe 25 veces menos luz solar que el planeta “azul”.
A pesar de que la atmósfera de Júpiter recibe la mayor cantidad de calor del propio planeta, los rayos del Sol calientan el ecuador de Júpiter más que los polos, como en la tierra.
Los expertos plantean que este calentamiento ecuatorial de Júpiter es suficiente para crear estabilidad en la atmósfera superior, esto impide el incremento del aire caliente desde adentro.
Los postes, que no tienen este calor de nivel superior y por lo tanto no tienen estabilidad atmosférica, permiten que los gases cálidos del interior de Júpiter se eleven, lo cual impulsa la convección, esto genera las condiciones propicias para el rayo.
“Estos hallazgos podrían ayudar a mejorar nuestra comprensión de la composición, la circulación y los flujos de energía en Júpiter”, subrayó Brown.
Notimex