Salud

Destacan las cinco medidas que pueden garantizar inocuidad de alimentos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) especializada en ocuparse de las políticas de prevención, promoción e intervención en salud a nivel mundial, desarrolló desde hace varios años manuales para lograr la sanidad en los alimentos.

De ellos, se derivan cinco pasos básicos con los que se busca que los alimentos consumidos por la población no causen daño. Según el Grupo Rosmar, dedicado a la inocuidad alimentaria, siguiendo esas reglas es posible eliminar más de 200 enfermedades que pueden transmitirse por alimentos contaminados.

El primer aspecto es mantener la limpieza con el lavado de manos antes de preparar los alimentos; lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño; lavar y desinfectar todas las superficies y equipos usados para la preparación de alimentos, así como proteger alimentos y áreas de cocina de insectos, plagas y otros animales, son puntos clave en este apartado.

Para garantizar un grado de higiene aceptable, dicha compañía recomendó preparar una mezcla desinfectante con una cucharadita de cloro, diluido en 750 mililitros (ml) de agua, para “mantener a raya” cualquier germen y bacteria.

El segundo punto es separar alimentos crudos y cocinados, es decir, separar las carnes rojas, de ave y pescado crudos de los demás alimentos; usar equipos y utensilios diferentes, como cuchillos y tablas de cortar, para manipular alimentos crudos; y conservar alimentos en recipientes para evitar el contacto entre los crudos y los cocinados.

La razón es muy sencilla. Los alimentos crudos, especialmente las carnes de cualquier animal y sus jugos, pueden contener microorganismos peligrosos que contaminan a otros productos, durante la preparación y conservación de los mismos.

Como tercer punto está cocinar completamente los alimentos, especialmente las carnes, huevos y pescado; hervir sopas y guisos para asegurarse de que han alcanzado los 70 grados centígrados, así como recalentar completamente los alimentos ya cocinados.

De esa forma, los microorganismos peligrosos no podrán resistir temperaturas mayores a 70 grados centígrados, y los alimentos serán seguros. Además, de que es importante revisar que, al cocinar carnes, los jugos que desprenden éstas, sean incoloros; si son rosados es que aún no han alcanzado la cocción necesaria para matar agentes patógenos.

Cuando se trata de piezas completas, los microorganismos solo viven en la superficie, por lo que, al cocinar un corte de carne, ésta puede verse roja al centro y no estar contaminada.

Mantener los alimentos a temperaturas seguras en refrigeración, a menos de cinco grados centígrados y no dejar alimentos cocinados a temperatura ambiente por más de dos horas, forman parte del cuarto punto básico.

También, que al momento de calentar la comida debe ser a altas temperaturas para eliminar microorganismos no deseados, no guardar alimentos durante mucho tiempo, aunque sea en el refrigerador; así como no descongelar los alimentos a temperatura ambiente.

El quinto punto consiste en usar agua y materias primas seguras. El agua debe estar desinfectada; seleccionar alimentos sanos y frescos y elegir alimentos procesados para su inocuidad, como la leche pasteurizada.

Además, habrá que lavar la fruta, la verdura y las hortalizas, especialmente si se van a comer crudas; por último, no ocupar alimentos caducados o expirados.

La importancia de usar materias primas, entre ellas el agua y el hielo, desinfectadas e inocuas, es básica, pues si de origen tenemos alimentos contaminados, aunque lo demás se haga correctamente, ya hay un riesgo.

NTX/MPG/MSG

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