Salud

Estudio pionero analiza química forestal y su impacto en la salud humana

El potencial terapéutico de los bosques no recae sólo en el bienestar que puede producir un paseo por el bosque, sino en la posible interacción de los componentes químicos que genera gran parte de la vegetación con nuestra salud. Estos compuestos tienen, entre otros efectos, una acción bactericida.

Es por ello que especialistas del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB) y el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) iniciaron un estudio sobre los efectos de los bosques en la salud humana.

La investigación forma parte del proyecto “Bosques sanos para una sociedad saludable”, y pretende aportar evidencias científicas sobre los efectos de un paseo por el bosque en la salud emocional y física, destacó en un comunicado la UAB.

Otras instituciones participantes son la Fundación Bancaria “La Caixa”, el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, el Hospital de Sant Celoni y el Grupo Duet, quienes apoyarán en el efecto potencial de la microbiología del bosque sobre las personas.

El proyecto nace del interés social y científico sobre los beneficios que el contacto con el medio natural tiene para la salud humana, tanto a nivel fisiológico y psicológico como emocional.

Existen investigaciones que reportan posibles efectos de tipo fisiológico como el fortalecimiento del sistema inmunitario, la mejora del ritmo cardíaco y la presión sanguínea, o el equilibrio de los niveles de cortisol, relacionados con los niveles de estrés.

Sin embargo, de acuerdo al comunicado, las evidencias hasta al día de hoy no constituyen una base suficientemente sólida para poder hablar de un efecto físico-químico directo y único.

Para el estudio experimental, los científicos cuentan con la colaboración de un grupo de voluntarios (personas sanas de entre 20 y 40 años) y se realizan en bosques mediterráneos de encinas, alcornoques, pinos y bosques de haya, en zonas del Parque Natural del Montseny, Reserva de la Biosfera.

En estos lugares se toman muestras de aire para analizar y caracterizar las sustancias químicas presentes en la atmósfera del bosque, y se estudiará cómo varían sus concentraciones con el efecto de diferentes variables como la composición de especies o la gestión los bosques.

La fase experimental que inicio el pasado viernes 20 de julio en el encinar de San Bernardo (Sant Celoni. Montseny), determinará cómo estas sustancias se incorporan y se metabolizan en el cuerpo humano después de un paseo por el bosque y qué efecto pueden tener sobre nuestro organismo.

A lo largo del día se invitó a los voluntarios a pasear por el bosque y se les extrajeron muestras de saliva, de orofaringe y de sangre en diferentes momentos de la jornada.

NTX/MSG

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