Luis Enrique inicia su etapa como entrenador de la selección española de futbol buscando una “evolución”. En el juego, también en la dinámica, basada en jerarquías, que imperaban en todo lo relacionado con la Roja hasta ahora. En un “cambio generacional” diseñado minuciosamente en función del “rendimiento” y no de la edad.
En su presentación como nuevo entrenador de España, Luis Enrique ha puesto sobre la mesa sus planes para devolver al combinado ibérico a su puesto como “equipo de referencia”, después de tres grandes “decepciones”. La última; una eliminación en octavos de final de la Copa del Mundo.
“La palabra fracaso es muy fea. Fracasar parece que ni lo has intentado. Es cierto que los resultados no han sido buenos después de ganarlo todo y es algo que le debemos a esos jugadores eternamente porque por unos cuantos años nos hizo soñar a todos .Yo no hablaría de fracaso, si de decepciones y no cumplir el objetivo”, señaló el entrenador en rueda de prensa celebrada este jueves tras ser presentado como entrenador de España para los próximos dos años, hasta 2020.
“No va a haber revolución; sí evolución. Va a haber cambios. Me da igual la edad; es el rendimiento lo que me interesa. Sí que viene jugadores (jóvenes) atrás que quiero ver. Vamos a ser lo más juntos posibles. Hace tres campeonatos que no hemos podido ganar nada, pero eso explica la dificultad de pelear por títulos. La idea es evolucionar. En mi papel como seleccionador, tras un Mundial, hay muchas decisiones que tomar. Hay un cambio generacional y tenemos que valorar cada situación de manera individual”, explicó.
En un tono conciliador, casi relajado, Luis Enrique comenzó por allanar el camino para sanar la ruptura entre Federación y jugadores provocada por el despido de Julen Lopetegui a dos días de que iniciara el Mundial.
El asturiano afirmó que está dispuesto a “consensuar y pactar”, con los jugadores por el bien común, pues considera que en su papel “me toca facilitarle las cosas a los jugadores, que son los que realmente hacen el trabajo pesado en la cancha. Habrá un poco de todo; lo que se pueda consensuar, así será. Lo que sea trabajo del seleccionador, para eso estoy aquí”.
Sin embargo, dejó bien claro que habrá pautas nuevas de “comportamiento”. Y como muestra, un botón.
Luis Enrique no ha llamado a los jugadores de peso en el vestidor español – comenzando por el capitán Sergio Ramos ya que desde que aceptara la propuesta de la Federación “nos hemos encargado de hablar con mucha gente y ver la situación real. No tengo prisa, conozco muy bien a unos de ellos”, y no tendrá reparos en empezar a probar gente “nueva”.
“Yo siempre he sacado jugadores jovencísimos, no he tenido problemas con eso. Santi Mina en el Celta, entrené al Barça B. Aquí es evidente que los jóvenes tienen muchas cosas que aportar. Voy a tratar cada caso de manera individual. No voy a generalizar. Si un tío rinde a los 34, ojalá lo haga hasta los 40”, dijo Luis Enrique.
De momento, anunció que ya tiene en mente una primera pre lista de unos 70 jugadores seleccionables, y que será el rendimiento del arranque de temporada el que dicte la convocatoria que entregará el próximo 31 de agosto.
“Hay muchos jugadores que seguir. Habrá jugadores que nunca hayan venido; otros que han venido poas veces, otros que han venido siempre y seguirán viniendo”, afirmó el técnico.
En cuestión de estilo, sin embargo, Luis Enrique dejó claro que tiene la intención de encabezar un proyecto continuista en torno al estilo de juego ideado por Luis Aragonés hace una década aunque “evolucionada”.
“Al jugador hay que darle armas. Claro que se puede evolucionar. Vamos a seguir con el mismo estilo protagonistas con el balón. Voy a reforzar ese perfil pero darle matices.
Hay que intentar general más ocasiones de gol, defender mucho mejor, presionar tras la pérdida, tener más profundidad. Nada que no hayan querido mis predecesores. La selección debe parecerse a un equipo (club). Es difícil porque los voy a tener una semana al mes pero va a ser una semana intensa”, afirmó Luis Enrique.