Salud

Estudio sugiere que el glaucoma puede ser una enfermedad autoinmune

Un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) reveló que el glaucoma puede ser un trastorno autoinmune.

Lo anterior significa que es posible el desarrollo de nuevos tratamientos para la prevención y atención de esta enfermedad, que afecta a casi 70 millones de personas a nivel mundial.

En la investigación con ratones, los científicos mostraron que las denominadas células T del cuerpo son responsables de la degeneración retiniana progresiva que se observa en el glaucoma (que daña la retina y el nervio óptico, y puede conducir a la ceguera).

Esas células parecen estar preparadas para atacar a las neuronas de la retina, como resultado de interacciones previas con bacterias que normalmente viven en el cuerpo humano. Este descubrimiento sugiere que podría ser posible prevenir el glaucoma bloqueando esta actividad autoinmune, afirmaron los expertos.

En un comunicado, el MIT informó que esta investigación se realizó en coordinación con Massachusetts Eye and Ear y que los hallazgos son importantes, ya que muestran que el propio sistema inmune del cuerpo destruye las células de la retina.

Jianzhu Chen, profesor de biología y miembro del Instituto Koch de Integrative Cancer Research del MIT, y Dong Feng Chen, profesor de oftalmología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y el Instituto de Investigación de Ojos Schepen of Massachusetts Eye and Ear, son algunos de los autores del estudio.

Uno de los mayores factores de riesgo para el glaucoma es la presión elevada en el ojo, que a menudo ocurre cuando las personas envejecen y los conductos que permiten drenar el ojo se bloquean.

La mayoría de los tratamientos se enfocan en reducir la presión en el ojo (también conocida como presión intraocular). Sin embargo, en muchos pacientes, la enfermedad empeora incluso después de que la presión intraocular vuelve a la normalidad.

Los investigadores buscaron células inmunitarias en las retinas de ratones y descubrieron que, de hecho, las células T se encontraban en esa parte del ojo. Esto es inusual porque las células T normalmente están bloqueadas para que no entren en la retina, por una capa de células llamada barrera de la retina de la sangre, para suprimir la inflamación del ojo.

Los especialistas encontraron que cuando aumenta la presión intraocular, las células T pueden atravesar dicha barrera y llegar a la retina.

Con apoyo de inmunólogos, los investigadores generaron una alta presión intraocular en ratones que carecían de células T y descubrieron que, aunque esta presión inducía sólo una pequeña cantidad de daño a la retina, la enfermedad no progresó. Identificaron también que cuando intentaron inducir glaucoma en estos ratones libres de gérmenes, los ratones no desarrollaron la enfermedad.

Luego, los investigadores recurrieron a pacientes humanos con glaucoma y descubrieron que estos pacientes tenían cinco veces el nivel normal de células T, lo que sugiere que el mismo fenómeno también puede contribuir a la enfermedad en humanos.

Un aspecto que los científicos planean estudiar es si otros componentes del sistema inmune pueden estar involucrados en el proceso autoinmune que da lugar al glaucoma.

También están investigando la posibilidad de que este fenómeno pueda ser la base de otros desórdenes neurodegenerativos, y buscar formas de tratar dichos desórdenes mediante el bloqueo de la respuesta autoinmune.

La investigación obtuvo financiamiento de diversas instancias, entre ellas los Institutos Nacionales de Salud y la Fundación Nacional de Ciencias de la Naturaleza de China.

NTX/MSG

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