Aceptar que alguien no te ama es tan difícil como dejar la cocaína
Según un estudio publicado en la revista Neurophysiology, el comportamiento de una persona enamorada y una persona que tiene adicción a la cocaína comparten un sistema de activación en el cerebro, lo cual explica la fuerza de la obsesión.
El equipo de tal estudio decidió investigar que pasa a nivel cerebral cuando sucede una pérdida amorosa, 10 mujeres y 5 hombres fueron reclutados por la Universidad del Estado de Nueva York y la Universidad Rutgers.
Por medio de invitaciones verbales y de un volante que decía “¿Has sido rechazado por alguien a quien amas y no lo puedes superar?“. Todos eran heterosexuales, diestros, ninguno tomaba medicamentos antidepresivos, tenían alrededor de 20 años y declararon estar muy enamorados.
Los participantes confesaron pensar más del 85% del tiempo que pasaban despiertos en la persona que los rechazó. Además, habían tenido dificultades para controlar sus emociones durante semanas o meses desde la ruptura amorosa.
El estudio consistió en mostrar a la persona una fotografía de la persona amada y una fotografía de un rostro familiar del mismo sexo, durante estas exposiciones se registró su actividad cerebral.
Para limpiar la reacción entre una y otra imagen que contara regresivamente del 9 mil 247 hacia atrás en múltiplos de 7 para distraer su mente. Después de 40 segundos de aplicar esta tarea, los sentimientos previos se borraban momentáneamente.
El análisis de las imágenes cerebrales arrojó que el amor romántico es un estado más que una emoción específica, de acuerdo con las reacciones de los individuos, seguían enamorados de personas que los rechazaron.
El estudio también arrojó que el ansia por la cocaína y la respuesta de una persona al ver a su expareja tienen varias correlaciones neuronales en común.
El rechazo amoroso es un tipo específico de adicción que involucra sistemas subcorticales de recompensa ante perder o ganar, críticos para sobrevivir.
Esto explica por qué los sentimientos y comportamientos relacionados con el rechazo amoroso son difíciles de controlar y (según registros culturales frecuentes) pueden llevar al espionaje, homicidio, suicidio o a la depresión clínica.
