Ciencia y Tecnología

Científicos detectan vientos que impiden origen de estrellas en galaxia

A través del telescopio ALMA, en Chile, astrónomos descubrieron el “viento” galáctico molecular más distante observado a la fecha, perteneciente a una época en la que el cosmos tenía mil millones de años.

Los investigadores revelaron cómo algunas galaxias del Universo inhiben el nacimiento estelar, esto al observar el flujo de moléculas de hidroxilo, que delatan la presencia de gas incubador de estrellas en las galaxias.

Algunas galaxias, como la Vía Láctea y Andrómeda, fabrican estrellas a un ritmo lento y constante, una por año. En tanto, las galaxias con brotes de formación estelar pueden producir cientos o incluso miles de “astros” por año. Sin embargo, no son capaces de mantener ese ritmo.

Para evitar consumirse en una llamarada, ciertas galaxias frenan el proceso de formación estelar, para ello expulsan, de manera temporal, grandes cantidades de gas hacia sus halos en expansión, éste se dispersa por completo o vuelve a fluir hacia la galaxia y realizar de nuevo este protocolo.

Sin embargo, los astrónomos no habían observado hasta ahora, de forma directa los intensos chorros en los comienzos del Universo, donde estos mecanismos son elementales para evitar que las galaxias crezcan demasiado rápido y en exceso.

El hallazgo brinda nueva información a los científicos sobre cómo algunas galaxias del universo primitivo autorregularon su crecimiento para continuar la fabricación de estrellas de manera posterior, indicó ALMA en su página de Internet.

“Las galaxias son monstruos complicados y caóticos, y creemos que estos chorros y vientos son elementos fundamentales de sus procesos de formación y evolución que regulan su capacidad para crecer”, dijo el autor principal de un artículo publicado en la revista Science, Justin Spilker.

Además, los astrónomos percibieron vientos con el mismo tamaño, velocidad y masa en galaxias cercanas con brotes de formación estelar, sin embargo, el chorro visto con ALMA es el más distante observado con claridad en el Universo primitivo, a la fecha.

ALMA pudo ver un fuerte “viento” de gas incubador de estrellas que salía de la galaxia a casi 800 kilómetros por segundo, erupciones aisladas que expulsan gas a la misma velocidad a la que este se transformaría en nuevas estrellas. 

NTX/ICB/LCH/ASTRO16

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