La activista Anna Dovgaliuk sorprendió a usuarios del metro de San Petersburgo al echar cloro en los pantalones de los hombres que tenían sus piernas abiertas e invadían los asientos vecinos.
“Es extremadamente importante para mí llamar la atención de las personas hacia este tema, para generar una discusión y, en consecuencia, la creación de normas legislativas que penalicen el manspreading, porque se trata de una falta de respeto público hacia las mujeres y niños, y es una vergüenza para la sociedad”, manifestó Dovgaliuk.
El llamado manspreading alude a la práctica de algunos hombres de sentarse con las piernas abiertas, especialmente, en el transporte público.
El video de Dovgaliuk se convirtió en un manifiesto feminista apoyado por unos, rechazado por otros. Y es que la joven vertió el líquido blanqueador en los pantalones de al menos setenta hombres que, según su opinión, demostraban así ser “machos alfa”.