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Gestión de residuos, reto en el marco del Día Mundial del Hábitat

Ante el creciente desplazamiento de la población a las ciudades y la generación de contaminantes sin un adecuado manejo de su destino final, México y los demás países se encuentran ante el reto de proteger el hábitat mediante el replanteamiento de políticas y acciones en las urbes.

Este año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) destaca el tema del manejo de los residuos sólidos municipales en los asentamientos urbanos, en el marco del Día Mundial del Hábitat, celebrado el primer lunes de octubre de cada año y con el que se busca generar conciencia ante el reto que representa el crecimiento de la población mundial.

Dicha organización estima que para el año 2030, 60 por ciento de la población mundial residirá en áreas urbanas, en especial en áreas de África, Asia y América Latina.

Este panorama hace prever la necesidad de garantizar una planificación urbana, ya que el crecimiento de las grandes ciudades y zonas metropolitanas es de manera desordenada, sin considerar una verdadera estrategia.

Esa falta de política de urbanización se traduce en la creación de zonas deprimidas y sin infraestructura, lo que fomenta la pobreza, el desempleo, la delincuencia, la contaminación y los problemas de salud pública.

Esto llevó a los líderes mundiales a crear en 2015 el Objetivo 11 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que propone la creación de urbes inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.

El enfoque de la celebración de este año busca concientizar acerca de las medidas para abordar los desafíos en el manejo de residuos sólidos municipales. La campaña, tiene como eslogan “Ciudades que gestionan bien los residuos”.

En ese sentido, México se distingue por ser a nivel mundial uno de los primeros países que ha dado respuesta a los compromisos y retos mundiales generados a partir del Cambio Climático.

Tras la declaración de protocolos internacionales como los de Kioto, Montreal, el Acuerdo de París y las Metas de Aichi, México ha sido punta de lanza al dar respuesta al reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y carbono, además de incrementar sus áreas naturales protegidas.

México es el país con más de Áreas Naturales Protegidas, con 177 que abarcan una superficie de 25 millones 394 mil 779 hectáreas, lo que ubica al país como uno de los líderes mundiales en proteger una gran superficie en beneficio de su biodiversidad.

A ello se han sumado acciones como el Programa para la Prevención y Gestión Integral de Residuos, presentado en julio pasado por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), cuyo objetivo es fomentar la gestión integral de los residuos sólidos urbanos y manejo especial en el país.

Dicho programa plantea el financiamiento de estudios o programas para la prevención y gestión integral de los residuos, así como el desarrollo de infraestructura de los sistemas de recolección, transporte y disposición final.

Además, busca fomentar el aprovechamiento material o energético de residuos, a través del acceso a recursos económicos del Programa para la Prevención y Gestión Integral de Residuos.

A ello le anteceden acciones como el planteamiento del manejo de residuos sólidos urbanos y residuos de manejo especial en 2017, y cuyo fin fue definir una separación más precisa de los residuos que se generan en las ciudades, a fin de darles un manejo adecuado.

De esta manera, el país ha dado respuestas concretas a los retos planteados a nivel internacional, a fin de garantizar el desarrollo sostenible que desde 2015 se planteó por parte de la ONU para alcanzar rumbo al año 2030.

Uno de los retos más grandes en el mundo es el manejo de plásticos y este año en particular el problema ha quedado más que evidenciado, ya que debido a la cantidad de basura plástica generada durante los últimos 60 años, hoy cientos de playas se ven seriamente afectadas por esta basura.

Para investigadores como el profesor de la Universidad de Chapingo, Pedro Ponce Javana, el problema se ha derivado de una mentalidad económica en la que se considera que todos los recursos son renovables y que la naturaleza se restaura por si sola.

Esta mentalidad que cree en la capacidad de autorrecuperación de la naturaleza considera que con el cambio de estaciones, la naturaleza misma se encarga de limpiar sus recursos.

Pero la realidad es otra, ya que los plásticos, en el mejor de los casos, se desintegran después de 500 años y en el peor panorama nunca lo hace, por lo que toda la basura arrojada ha generado los enormes parches o islas de basura plástica flotante en los principales océanos del mundo.

Organizaciones internacionales como The Ocean Cleanup llevan a cabo una campaña para iniciar la proeza de limpiar los mares de los casi cinco billones de piezas de plástico flotante que invade los océanos.

Pero además están plásticos como el tereftalato de polietileno (PET, por sus siglas en inglés) y que a diferencia de otros polímeros “no flota”, por lo que la gran mayoría termina en el fondo de los océanos.

Esto ha llevado a grandes firmas y empresas a buscar la manera de reciclar este plástico.

NTX/EGL/MAG/CYMA

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