Viral

Tu gusto por las hamburguesas está dejando sediento al planeta

Comer una jugosa hamburguesa puede caer muy bien a tu estómago, pero definitivamente no cae bien a las reservas de agua del mundo. Un nuevo estudio, publicado la semana pasada por ONU Medio Ambiente, encontró que la carne de res usada para ese popular platillo está secando al planeta a una velocidad incontrolable.

Para servir en tu plato una hamburguesa de res de un cuarto de libra se deben usar mil 695 litros de agua. Ese líquido, entre otras cosas, sirve para plantar la soja y crear los pastos que el ganado debe comer para que los restaurantes tengan carne de buena calidad y sus clientes están satisfechos.

La alta demanda de carne en el mundo —solo en Estados Unidos, cada habitante consume, en promedio, tres hamburguesas a la semana y la población total del país es de 325 millones de personas— ha llevado a la industria ganadera a ser una de las más contaminantes del planeta: debido a la descomposición de materia orgánica, la ganadería es una de las principales fuentes de emisión de metano, un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global.

“Para hacerse una idea de su alcance basta imaginar que, si las vacas formaran un país, sería el tercero en emisiones de gases de efecto invernadero”, aseguró ONU Medio Ambiente.

El organismo internacional también advirtió que, pese a la difusión de esas cifras, la demanda de carne está aumentando. El Fondo de la ONU para la Alimentación y la Agricultura proyecta que crezca hasta en un 76 por ciento para 2050.

“Se consumirá más carne que nunca en la historia, y pagaremos un precio ambiental y humano, a menos que se haga un cambio”, aseguró James Lomax, oficial de Programas de Sistemas Alimentarios Sostenibles de la ONU. “Pero seamos realistas. Cortar la carne de la dieta por completo no es una opción para muchas personas”.

El reto, adelantó Lomax, es complicado: la producción ganadera es una fuente importante de vitaminas y proteínas y genera ingresos para muchas familias de bajos recursos. El problema no está en las pequeñas operaciones de cría orgánica, sino en la producción de tipo industrial.

“En el núcleo del problema ambiental está en la forma en que se produce la carne y, de manera crucial, se consume. Debemos explorar formas de lograr un equilibrio ecológico. Reducir el consumo intensivo de carne producida industrialmente es bueno para todos y para el planeta”, asegura el oficial.

Una de las soluciones propuesta por ONU Medio Ambiente es fomentar el consumo responsable. Por ejemplo, comer una hamburguesa de una granja ecológica de vez en cuando, en lugar de comer tres veces a la semana la versión producida en granjas de intensa producción.

Además, la ONU alertó que los antibióticos que se utilizan para criar el ganado y mantenerlo libre de enfermedades a menudo llegan hasta los alimentos y contribuye a desarrollar una peligrosa resistencia a estos medicamentos en los seres humanos.

NOTICIAS RELACIONADAS

Back to top button