Becas Conacyt, opción de jóvenes para seguir su formación profesional
Martín Yair Cabrera Garrido es un estudiante de excelencia académica y uno de los jóvenes mexicanos que al recibir una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ha logrado concluir un programa de maestría en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El egresado de la licenciatura en biología también de la máxima casa de estudios, planea realizar una estancia en el extranjero para seguir con su formación profesional y, con ello, proyectar en otras instituciones el valor científico de los jóvenes mexicanos.
La beca que le otorgó el Conacyt para realizar su Maestría en Ciencias ha significado para Martín la oportunidad de continuar sus estudios e interactuar con especialistas de otras instituciones enriqueciendo su profesionalización.
Además de ese apoyo y por su desempeño, recibió una beca del Programa de Apoyo a los Estudios de Posgrado de la UNAM, con la que pudo realizar una estancia en el extranjero durante su segundo año de la maestría en la Memorial University of Newfoundland, en Canadá.
“Son importantes los apoyos económicos que un estudiante puede recibir para explotar y aprovechar las oportunidades que te brindan los estudios de posgrado, y que de otra forma sería difícil costearlos”, comentó el universitario.
En entrevista con Notimex, afirmó que el estudio de maestría ha dejado de ser “una simple opción” y constituye hoy una formación de cajón, “si de verdad se quiere aspirar a un mayor ingreso y profesionalización a la que aspira el país”.
Aseguró que las becas son importantes, ya que para estudiar una maestría, doctorado o especialización es indispensable “dedicarse a estudiar e investigar de tiempo completo”.
En la actualidad, según la página electrónica del Conacyt, están vigentes más de 65 mil becas en diferentes modalidades como posgrado, apoyos a mujeres y postdoctorados y, de continuar esta tendencia en el crecimiento actual (3.9 por ciento en los últimos años), para el 2028 la demanda de becas aumentaría hasta 40 por ciento.
Martín Yair Cabrera, de solo 27 años de edad, es uno de esos jóvenes y se reconoció afortunado de ser becario, además de agradecido con el apoyo de sus padres de seguir con su formación profesional, al igual que sus hermanos: una profesionista de 29 años, química farmacobióloga por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y un hermano menor de 18 años que estudia Aeronáutica en la Universidad Politécnica Metropolitana de Hidalgo.
Durante la entrevista, el joven reconoció que con el ingreso de una beca (alrededor de 10 mil pesos mensuales) es posible llevar una vida dedicada al estudio en la Ciudad de México.
Sin embargo, en enfatizó en la importancia de recibir recursos complementarios para que, como investigadores que inician su carrera en la ciencia, puedan asistir a congresos especializados, en México o en el extranjero. De ahí, enfatizó, la importancia de que recibí la beca del Programa de Apoyo a los Estudios de Posgrado de la UNAM.
Comentó que es importante dedicarse al cien por ciento al estudio, ya que –relató— hay casos en que los muchos estudiantes se desvían laborando y al ganar más en un empleo dejan el posgrado y es una pérdida de recursos para las instituciones.
Para el joven estudiante sería conveniente que, además de la beca, sea posible laborar en una actividad relacionada en la formación, de manera remunerada, para complementar los recursos que se perciben mientras se estudia.
Consideró que una propuesta ideal sería que se volviera a retomar la posibilidad de que los estudiantes de posgrado puedan laborar, ya sea dando clases o en una actividad complementaria a su investigación, de manera remunerada.
Reconoció que actualmente ha habido ajustes en los presupuestos, sobre todo en las áreas de investigación y cultura, sin embargo, y por fortuna, las becas del Conacyt “no resultaron afectadas”, sin embargo, la propuesta anterior podría ser una solución ante la falta de más recursos para destinar a los becarios.
Cabrera Garrido estudia la maestría del Posgrado en Ciencias Biológicas de la UNAM, y su proyecto consiste en el estudio de la genética poblacional de una especie de murciélago frugívoro (Sturnira parvidens) de amplia distribución al habitar desde México hasta Costa Rica.
Es asesorado por la doctora Livia León Paniagua, curadora de mamíferos del Museo de Zoología de la Facultad de Ciencias.
Además, cuenta también con la asesoría de Luis Eguiarte Fruns, del Instituto de Ecología de la máxima casa de estudios, y Jorge Ortega Reyes, de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, del Instituto Politécnico Nacional.
Como científico en formación, Martín Yair Cabrera consideró que estudiar un posgrado es de gran relevancia para desarrollar diversas aptitudes que puedan emplearse para un bien común en un futuro.
Y destacó: “mi meta es seguir desarrollándome profesionalmente de manera que pueda aportar a mi país, contribuciones en el conocimiento y cuidado de su biodiversidad, a veces olvidamos que todo lo que tenemos es gracias a la naturaleza y olvidamos ver por su protección y conservación”.
Estudiar la biología de los mamíferos, como los murciélagos, es entender cómo funcionan y cambian los bosques.
NTX/EGL/MSG