Cosmonautas reparan en el espacio agujero descubierto en la Soyuz
Los cosmonautas rusos Oleg Kononenko y Serguei Prokopie terminaron hoy su caminata espacial, cuya misión fue reparar un diminuto agujero en el casco de la nave Soyuz MS-09 y tomar muestras del orificio, que podría haber sido causado por el impacto de un micrometeorito.
Los astronautas pasaron siete horas y 45 minutos fuera de la base orbital, más de lo previsto, durante la cual recortaron una sección del revestimiento de la Soyuz MS-09 para tomar muestras del agujero que causó una caída de presión en la Estación Espacial Internacional (EEI), en agosto pasado, según la agencia de noticias Sputnik.
Además de examinar el casco de la Soyuz MS-09, tomaron fotografías y pegaron un parche térmico en el lugar donde se halló el agujero, mientras las muestras tomadas serán enviadas a la Tierra para un análisis más detallado cuando la nave se desacople de la EEI el próximo 20 de diciembre.
“La tripulación ha conseguido cumplir la misión más difícil. Estoy agradecido con Prokopie y Kononenko por el trabajo realizado”, escribió en Twitter el responsable de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dmitri Rogozin.
Ambos pasaron cerca de ocho horas fuera de la base orbital realizando la inusual operación, cuyas imágenes fueron transmitidas en tiempo real al Centro de Control de Vuelos en la Tierra.
Roscosmos explicó que el agujero no representa en sí mismo una amenaza para el regreso de los astronautas a la Tierra, ya que está localizado en la carcasa del compartimiento auxiliar y no en el módulo de descenso.
Aunque Roscosmos sostuvo que el diminuto agujero nunca puso en peligro la vida de la tripulación, algunas fuentes no descartaron que el orificio fuera taladrado después del ensamblaje y que, por lo tanto, se trataba de un sabotaje.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) de Estados Unidos rechazó la propuesta de participar en la investigación del origen del agujero aparecido en la Soyuz MS-09, según una fuente en el sector espacial ruso.
“Nuestros socios internacionales, ante todo la NASA, no piensan tomar parte activa en la investigación a pesar de haberlos invitados y estar dispuestos a presentarles fotografías, videos, documentos y muestras tomadas durante la caminata espacial”, dijo.
La fuga de aire en la EEI fue detectada el pasado 30 de agosto y la tripulación descubrió que la microgrieta se encontraba en el habitáculo de la nave Soyuz MS-09, que se había acoplado a la plataforma orbital el 8 de junio.
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