Científicos observan por primera vez nacimiento de tormentas en Neptuno
Un grupo de científicos observó por primera vez, la formación de una tormenta en Neptuno, mediante el análisis de las imágenes tomadas por el Telescopio Espacial Hubble.
El proyecto OPAL, en 2015, comenzó una misión anual para analizar las imágenes de Neptuno capturadas por Hubble, donde detectó una pequeña mancha oscura en el hemisferio sur de ese planeta.
Desde entonces, cada año, la científica planetaria del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, Amy Simon junto a sus colegas han seguido de cerca la tormenta mientras se disipaba.
Después, en 2018, los especialistas observaron el surgimiento de una nueva mancha oscura, flotando a 23 grados de latitud norte, similar a la detectada en 1989 por la sonda espacial Voyager 2 durante su paso por Neptuno.
“Estábamos tan ocupados rastreando esta tormenta más pequeña de 2015, que no esperábamos ver otra grande tan pronto. Eso fue una grata sorpresa. Cada vez que obtenemos nuevas imágenes del Hubble, algo es diferente de lo que esperamos”, señaló Simon.
Además del nacimiento de la tormenta, los expertos descubrieron que varias nubes pequeñas y blancas se formaron en la región, donde luego aparecería la mancha oscura más reciente.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) indicó que las nubes de gran altitud están formadas por cristales de hielo de metano, las cuales, se piensa, flotan sobre las tormentas de manera similar a como las nubes lenticulares coronan montañas altas en la Tierra.
La presencia de las nubes varios años antes de que se viera una nueva tormenta, precisó la agencia espacial estadunidense, sugiere que las manchas oscuras pueden originarse en la atmósfera profunda.
“De la misma manera que un satélite terrestre observaría el clima de la Tierra, observamos el clima en Neptuno”, dijo Glenn Orton, científico planetario en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California.
El investigador apuntó que, del mismo modo en que los huracanes son rastreados en la Tierra, las imágenes del Hubble revelaron el camino desigual de la mancha oscura.
En casi 20 horas, la tormenta se desvió hacia el oeste, moviéndose ligeramente más lenta que los vientos de alta velocidad de Neptuno.
En el octavo planeta del Sistema Solar, las corrientes de viento operan en bandas amplias alrededor del mismo, esto permite que tormentas como la Gran Mancha Oscura se desplacen de manera lenta a través de las latitudes.
En tanto, Simon aseguró que todavía se necesitan más observaciones para determinar cómo los vientos cambian con el tiempo y agregó que es probable el surgimiento de nuevas tormentas cada cuatro o seis años, con una duración de hasta de seis años, aunque se estima que es más probable un tiempo de dos años.
Desde el Voyager 2 han sido identificados seis sistemas de tormentas en Neptuno, de los cuales Hubble ha sido testigo de cuatro.
NTX/ICB/LCH/ASTRO16