Estudiantes de Ingeniería Civil deben adaptarse a la “nueva normalidad”
Deben prepararse para investigar y aplicar tecnologías para la construcción y desarrollo de infraestructura
La adaptación de la educación a la “nueva normalidad” va a tomar tiempo, pero, independientemente de eso, en UVM consideramos importante aprovechar el aprendizaje obtenido de la actual situación y convertirlo en punto de partida para fortalecer las habilidades de innovación e investigación.
La situación actual ocasionada por la pandemia de COVID-19, llevará a los docentes de las diversas instituciones de nivel superior, a reflexionar acerca del impacto en la preparación de los estudiantes de Ingeniería Civil.
Los estudiantes deben prepararse para investigar, para aplicar los conceptos de innovación y sustentabilidad, en el desarrollo de nuevos materiales y procesos constructivos, de nuevas tecnologías que permitan al campo de la construcción seguir operando y desarrollando infraestructura.
El objetivo del Foro Académico, fue que las universidades plantearan los retos que se han presentado para la enseñanza de la Ingeniería Civil en la época del COVID-19.
El Maestro Green habló de las acciones que se tomaron y se siguen incorporando en los procesos educativos para dar continuidad a los programas académicos y garantizar el aprendizaje de los alumnos.
“Además de las ventajas que la tecnología nos aporta, como el hecho de interactuar a través de alguna plataforma, compartir información y materiales de estudio en tiempo real y tener clases grabadas disponibles para revisión y actualización, UVM ha implementado, en aquellas materias que son cien por ciento prácticas, el uso de simuladores y tecnología educativa que nos asegure que los alumnos desarrollen las habilidades y competencias esperadas”, comentó.
Añadió también están en el proceso de revisión de los Mapas de Carrera para realizar actualizaciones que se adapten a estos nuevos tiempos y necesidades de la educación.
Para lograrlo de la manera más efectiva y eficiente posible, se deberá contar con una infraestructura tecnológica más robusta que pueda soportar las nuevas necesidades de los estudiantes, docentes y de los actores que forman parte del proceso.