La noche del 25 de noviembre tuve la oportunidad de asistir al concierto de Julieta Venegas en su tour Vernos de Nuevo, y qué bella sorpresa me llevé al presenciar la calidez, el entusiasmo y el gozo por parte de ella y su público.
El concierto comenzó con la participación de Girl Ultra, quién con una gran energía y entrega tocó para el público algunas de sus canciones más populares y una en una de ellas lo hizo en compañía de uno de los integrantes de Little Jesus.
Justo después de Girl Ultra, el recinto quedó completamente a oscuras por unos cuantos minutos para después iluminarse y romper en gritos por la aparición Julieta en el escenario, quien recibió a su público con una gran sonrisa en su rostro.
Arrancó con las canciones “Bien y mal”, “Te vi”, “Algo está cambiando”, “Tu Historia” y justo mientras tocaba esta canción el público se levantó por primera vez de sus asientos para bailar y corear.
Durante todo el concierto Julieta realizó varios gestos bastante lindos como presentar a cada uno de sus músicos, dar agradecimientos al público por la calidez, así como dar una pequeña introducción, contexto sobre la canción que estaba a punto de tocar. Agradeció por las felicitaciones de cumpleaños, de ella y de su gemela, lo cual provocó que el público se levantara de sus asientos para cantarle las mañanitas a todo pulmón, a lo que ella respondió con: “Muchas gracias. Un año más cumpliendo años aquí en mi tierra”.
En verdad que este concierto estuvo lleno de momentos muy especiales y memorables, como el pedirle al público que cantara el coro “canta, canta, canta…” de una canción de Alfredo Jiménez, las pequeñas bromas que hacía sobre el despecho seguido de su canción “Despechada mexicana”, la energía que se creó al tocar “Eres para mí” en la cual todas las personas del público estaban fuera de sus asientos cantando, gritando, bailando y coreando con Julieta, y por supuesto la canción que ella le dedicó al público: “Andar conmigo” fueron detalles que sus fans disfrutaron muchísimo.
Pero personalmente puedo decir que dos de los momentos más bellos y honestos que ella realizó en su concierto fueron cuando presentó la canción “Caminar sola”, y otra canción como parte de su encore, de la que lamentablemente desconozco el nombre. Ambas canciones hablan sobre la voz de las mujeres, quienes están alzando la voz, luchando por cambiar el panorama de las mujeres, respaldando la furia de las mujeres en las protestas por todo lo que están pasando.
Fueron los momentos que resaltaron el poder feminista que tanto admira, del que es parte y que nos compartió en su rueda de prensa. Ver está misma postura en escena, representada en canciones que interpretó con mucha pasión, justo el 25 de noviembre en el día de la no violencia contra las mujeres fue empoderante, hermoso, empático y en gesto de mucha fuerza y valor.
Al término del concierto, justo cuando algunas personas comenzaban a desalojar el teatro, muchas otras que permanecían en sus asientos gritaban: “Julieta, Julieta, Julieta…” y una vez más salió al escenario para tocar una última canción “La Oleada”. La gente no paraba de gritar de felicidad y al voltear a ver a cada lado del Metropólitan puede observar muchas caras disfrutando plenamente ese último detalle que Julieta le regaló a su público.
