El Partido Acción Nacional (PAN) ha lanzado una enérgica solicitud al gobierno federal para que cierre la operación de la refinería de Tula, Hidalgo, debido a las severas consecuencias para la salud de los ciudadanos y la movilidad en la zona metropolitana más grande del país.
El presidente nacional del PAN, Marko Cortés, ha señalado que esta petición no es nueva, ya que el partido ha exigido en múltiples ocasiones el cese de las operaciones de esta instalación debido a la grave contaminación que genera.
Tan solo hace tres semanas, el coordinador de Medio Ambiente, Sustentabilidad y Cambio Climático del CEN del PAN, Gabriel Quadri, junto con miembros del partido en Hidalgo, acudieron a Atitalaquia para exigir el cierre de la refinería.
Quadri denunció que la Refinería Miguel Hidalgo, en operación desde hace más de 50 años, trabaja al 50% de su capacidad, lo que representa una pérdida económica significativa, además de emitir cantidades alarmantes de contaminantes como dióxido de azufre y partículas PM2.5.
El PAN exige a las autoridades realizar una auditoría ambiental exhaustiva de la refinería, con la participación de instituciones académicas y organizaciones civiles especializadas.
Además, el diputado del PAN en la Ciudad de México, Aníbal Cañez, ha solicitado el cierre de la refinería debido al riesgo que representa para la salud de los capitalinos, instando al gobierno local a tomar medidas al respecto.
Cortés lamentó la falta de compromiso del gobierno federal con los acuerdos internacionales para reducir las emisiones de CO2, y criticó su enfoque en la producción de combustibles fósiles en lugar de promover energías renovables.
El presidente del PAN recordó que la lucha contra el cambio climático y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos es responsabilidad de todos los mexicanos, independientemente de su afiliación política. La situación actual nos convoca a todos a actuar en conjunto para proteger el medio ambiente y la salud de las futuras generaciones.