
Monterrey, 07 abr (ANTON Noticias).- La tarde de ayer, el escenario Tecate Light del festival Tecate Pa’l Norte 2025 se iluminó con la llegada de Parcels, una banda australiana que aterrizó en tierras regiomontanas por primera vez, trayendo consigo una mezcla irresistible de funk, disco y pop.
Originarios de Byron Bay y ahora radicados en Berlín, el quinteto ofreció un espectáculo que se convirtió en el soundtrack perfecto para un viaje sonoro a otra dimensión, dejando una huella imborrable entre los asistentes al Parque Fundidora.
Desde el momento en que pisaron el escenario, Parcels fue recibido con un cálido aplauso por parte del público, que no tardó en quedar cautivado por la destreza de la banda. No solo destacaron por su habilidad con los instrumentos, sino también por sus armonías vocales impecables, una marca distintiva que los ha posicionado como una de las propuestas más frescas de la escena internacional. Los cinco integrantes —Louie Swain, Patrick Hetherington, Noah Hill, Anatole “Toto” Serret y Jules Crommelin— demostraron una química musical que resonó en cada rincón del festival.
El setlist incluyó temas como “Tieduprightnow”, “Safeandsound” y “GamesofLuck”, canciones que transportaron a los presentes a través de un viaje astral lleno de ritmos bailables y melodías envolventes. “Tieduprightnow”, uno de sus éxitos más reconocidos con millones de reproducciones en plataformas digitales, desató la euforia colectiva, mientras que “Safeandsound” y “GamesofLuck” consolidaron la atmósfera de celebración y conexión que Parcels logró establecer con el público regiomontano.
Tecate Pa’l Norte 2025, que durante tres días reunió a más de 100 mil personas según estimaciones preliminares de los organizadores, cerró su última jornada con presentaciones memorables, y la de Parcels destacó como un debut triunfal en Monterrey. Provenientes del otro lado del mundo, esta agrupación no solo conquistó al público con su talento, sino que también dejó claro que su música trasciende fronteras, invitando a todos a perderse en su universo sonoro a través de los auriculares o, en este caso, bajo el cielo nocturno del festival.