Carlos Vives dice que siempre fue el perdedor en los Grammy
El cantautor colombiano, Carlos Vives, confesó que durante mucho tiempo se autodefinió como el gran perdedor de los Grammy, aunque después ganó dos premios y nueve de los Grammy Latino.
Dijo que para un intérprete es difícil entender el significado de competir, porque influyen las marcas, las compañías discográficas y los mánagers que quieren destacar a su representado.
“Pero después, la historia te va moldeando. Cuando yo empecé competía contra Celia Cruz, Tito Puente, Juan Luis Guerra y Alejandro Sanz, siempre llegaba de perdedor.
“Terminaba diciendo que agradecía estar al lado de esos personajes maravillosos que he oído mucho, que quiero mucho y que al tomarme una foto con ellos, ya era todo un ganador. Me acostumbré a llegar así a cualquier premio para no tener que pensar mucho y disfrutarlo”, declaró a Notimex.
El año 2000, el originario de Santa Marta, fue nominado al Grammy por el álbum “El amor de mi tierra”. Competía con Celia Cruz, entre otros artistas, y cuando en la ceremonia comenzaron a mencionar sus nombres, Celia lo tomó de la mano y le susurró: “tú vas a ganar”.
“En ese momento, gritaron: ‘y la ganadora es Celia Cruz’; sin embargo, agradezco a la vida que me haya dado la oportunidad de vivir ese momento con ella”, recordó.
Después de 16 años, Vives festeja sus dos nominaciones al Grammy Latino en las categorías de “Grabación del año” y “Canción del año”, por su tema “La bicicleta”, a dueto con su compatriota Shakira.
La canción, que se coloca en los primeros lugares de descargas digitales, y en el canal YouTube suma más de 420 millones de vistas, se dio de manera natural, gracias a la amistad que ambos sostienen de tiempo atrás.
“Había cosas muy especiales detrás de esto. No había tanto una estrategia de la compañía disquera, ni para relanzar a Shakira ni para ganarme adeptos. Cuando ella preguntó por mi trabajo y se lo mostraron, se identificó y le dio nostalgia de regresar”.
Entonces, los dos fueron a Santa Marta y a Barranquilla para grabar el video alusivo, rescatando la flauta de millo, instrumento que dice, emite el sonido más carnavalesco de Colombia.
“Inicialmente, la canción se llamaba ‘Vallenato desesperado’, pero cuando a Shakira le mandaron la letra, en sus posts me decía: ‘¿qué tal si le hacemos esto a ‘La bicicleta?’, y pensé: ‘le va a cambiar el nombre’, y se lo cambió”, compartió entre risas.
El sonido que prevalece en “La bicicleta” es como retomar sus raíces, aquellas de “Fruta fresca” y “Gota fría”. Quizá, dice, no es similar a lo que identifica a Shakira, pero al final, se nota la conexión que ambos tienen ante la cumbia y el vallenato.
“La gente me decía que hice un reggaetón, pero yo les digo que no, que más bien es un ‘dancehall’ jamaiquino. Siempre que hago los porros colombianos, que estoy en la cumbia, es muy fácil caer al reggae, a lo cubano o a toda la cuenca caribeña; incluso a lo mexicano, que está conectado con el sur de Estados Unidos”.
Carlos Vives ha sido un exponente fundamental del vallenato, género que, acepta, no ha tenido un “boom” mundial debido a que “es música de gente humilde”.
“Porque la cumbia mexicana, peruana o argentina que se fue, viene de aquellas orquestas que emigraron de Colombia y que eran interioranas, es decir, de la cumbia. La Sonora Dinamita, el Cuarteto Imperial y otras que emigraron se llevaron un sonido ya industrial”.
El disco aún no sale a la venta, pero asegura que hay más ‘bicicletas’ en su contenido. Mientras tanto, Carlos Vives celebra pleno sus 55 años de edad y construye un proyecto de vida a lado de su familia, de sus compañeros de teatro y de quienes lo acompañan en la música.
Informó que por ahora escribe un musical de teatro, basado en temas propios, con el que retomará su faceta como actor. Se titula “Rock de mi pueblo”.
Será el 28 de septiembre cuando el cantautor realizará un Latin Grammy Acustic Session en el que narrará su historia musical.
NTX/CPO/MCC