Gallos Blancos de Querétaro conquistó en tanda de penalties frente a Chivas de Guadalajara la Copa MX, el primer título en su historia deportiva, con un portero Tiago Volpi por los cielos.
Después de 90 minutos con sequía de gol por parte de los dos equipos la tanda de penalties se definió 3-2, con dos atajados a Chivas por el brasileño Volpi quien además se dio el lujo de tirar uno para la causa queretana y mandarlo a las redes.
El primer tiempo de la final de la Copa MX que disputaron Gallos Blancos de Querétaro y Chivas de Guadalajara concluyó con empate a cero, resultado de 45 minutos de altibajos por parte de ambas escuadras.
Durante los primeros 15 minutos del partido en el estadio La Corregidora de Querétaro el equipo emplumado mostró vocación de ataque, a través de su jugadores medios y delanteros que la defensiva chiva supo detener.
Sin embargo, del minuto 20 de juego en adelante el partido prácticamente fue del equipo visitante, con embates constantes encabezados por el delantero Alan Pulido.
El portero queretano Tiago Volpi supo encarar un par de ataques chivas que de no ser por su experiencia bajo los tres postes hubieran resultado en goles para la causa del chiverío.
Un tiro de media distancia que pasó ligeramente desviado de la portería del brasileño Volpi también hizo temblar las aspiraciones del cuadro de casa, que soñaba en ese momento con conquistar su primer título oficial en su historia.
No obstante, en los últimos minutos del primer tiempo la oncena dirigida por Víctor Manuel Vucetich se puso las pilas y logró que sus medios conectaran con sus delanteros para hacer “ruido” en la portería defendía por José Rodríguez.
A minutos de que el árbitro Oscar Macías Romo pitara el final de los primeros 45 minutos un certero tiro libre cobrado por Gallos Blancos fue magistralmente desviado por el portero chiva, manteniendo así el empate a cero.
Durante el encuentro el queretano Juan Forlín y el chiva Jair Pereira recibieron tarjeta amarilla por entrada peligrosa contra un rival.
El segundo tiempo fue de Chivas, que con más coraje que estrategia creó opciones de gol por la izquierda, derecha y centro del terreno queretano.
Los ofensivos ataques orquestados por Néstor Calderón y Alan Pulido encontraron en Tiago Volpi simplemente una muralla infranqueable, al grado de que en ese momento su nombre era coreado por más de 30 mil gargantas asistentes.
Los últimos minutos del segundo tiempo fueron con reacción bravía del equipo de casa pero sin efectividad a la hora de definir, hasta que el arbitro silbó el final para pasar a la tanda de penalties.
NTX