A punto de las lágrimas por la emoción, la noche de este jueves la cantante de género vernáculo Aída Cuevas develó la pintura con su rostro en el Salón Tenampa de la Plaza Garibaldi, donde quedará inmortalizada.
La cantante conocida como la Reina de la Música Ranchera agradeció a familiares, amigos, público en general y a las administradoras del foro por tan emotivo homenaje a sus 42 años de trayectoria.
“Me siento muy orgullosa de estar entre estas paredes donde están las y los grandes de nuestra música ranchera como Lola Beltrán, Lucha Reyes, María de Lourdes, Lucha Villa y ahora Chabela Vargas”, comentó.
Consideró que esta pintura que la inmortalizará en el Tenampa es el mejor regalo de su trayectoria.
“Recuerdo que a la edad de 14 años trabajaba acá a la vuelta, en la Plaza Santa Cecilia, y cuando pasaba por aquí le pregunte a mi papá: qué es esto, y él me respondió: es donde están los grandes y algún día a base de trabajo y pasión vas a estar tú también, y hoy se cumple tan anhelado deseo de mi padre”.
Antes de la develación, Aída Cuevas reconoció que el hecho de que su hijo la produzca y sea su manager le ha venido a dar un impulso enorme a su carrera y en especial a la música ranchera.
“Gracias hijo mío, estoy aprendiendo de ti y déjame te digo que me traes a marcha forzada, pero está bien, porque hemos ganado muchos premios y hemos viajado mucho”, dijo.
Entre los invitados especiales estuvo la cantante del género ranchero Julia Palma, así como una reina del blues y jazz Baby Bátiz, quienes rindieron tributo a Aída Cuevas.
La homenajeada ofreció un par de canciones a los asistentes, a quienes comentó que “también voy a estar al lado de Pedro Infante, José Alfredo Jiménez, Jorge Negrete, Cornelio Reyna y Juan Gabriel”.
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