Refuerzos vinieron y se fueron, pero el defensa de origen paraguayo Darío Verón siempre se mantuvo en Pumas de la UNAM, desde que llegó en 2003 hasta este 8 de mayo de 2017, en el que se concretó su adiós.
Un ícono auriazul y de los más aplaudidos siempre que se escuchaba su nombre en el sonido local del estadio Olímpico Universitario, el naturalizado mexicano afirmó hace unos días, a través de una carta, que él decidía cuándo retirarse del balompié y que, por lo pronto, todavía no era el momento, así que se prevé continué su trayectoria, aunque se desconoce dónde.
La relación entre Verón y Pumas se dio luego que el “guaraní” enfrentó con la playera de Cobreloa a los felinos durante los octavos de final de la Copa Libertadores 2003, donde el conjunto andino dejó en el camino a los universitarios.
En el verano de ese 2003, Darío Anastacio se convirtió en refuerzo de Pumas con la esperanza de que respondiera y lo hizo con creces, vivió el mejor año en la historia del Club Universidad, un 2004 de ensueño con el bicampeonato de la Liga MX, el Campeón de Campeones y el prestigioso trofeo amistoso Santiago Bernabéu, en el que superaron a Real Madrid.
En todo este lapso, Verón compartió la zaga central “felina” con Joaquín Beltrán, Héctor Moreno, Marco Antonio Palacios y Gerardo Alcoba. Desde la salida de Beltrán, el “Hechicero” se convirtió en el ícono, en el hombre de experiencia de la defensa auriazul.
Tuvo como técnicos a Hugo Sánchez, Miguel España, Ricardo Ferretti, Guillermo Vázquez (dos etapas), Joaquín del Olmo, Mario Carrillo, Juan Antonio Torres Servín, José Luis Trejo y Juan Francisco Palencia, y prácticamente con todo fue un titular indiscutible.
Además del bicampeonato con el título Clausura y Apertura 2004 bajo la tutela de Hugo Sánchez, se coronó en el Clausura 2009 con el brasileño Ferretti y el Clausura 2011 con Guillermo Vázquez. Además vivió los subcampeonatos del Apertura 2007 y Apertura 2015.
De igual forma se quedó a la orilla de un título internacional, al caer en la final de la Liga de Campeones de la Concacaf 2005 y Copa Sudamericana 2005.
Con 480 partidos fue el segundo jugador en la historia de Pumas en defender más veces la playera, por los 519 del retirado portero Sergio Bernal, lo que habla de una gran continuidad del paraguayo, mundialista en Sudáfrica 2010.
Quien fuera elegido el mejor defensa del 2011 del futbol mexicano terminó así su vínculo con Pumas de la UNAM a los 37 años de edad, sin duda una institución y uno de los mejores extranjeros que llegó al club.
Para el recuerdo quedó ese gol que anotó al Puebla en el minuto 89, para que Pumas avanzara a la gran final del Apertura 2009, donde, a la postre, fue campeón.
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