Daniela Romo y Susana Zabaleta participarán en 'Mi Lucha es Rosa'
Especialistas, líderes de opinión y figuras del ámbito cultural y artístico participarán en la Cumbre 2018 de “Mi Lucha es Rosa”, el 22 de mayo en el Auditorio Nacional, que cerrará con un concierto con Daniela Romo, Mijares, Susana Zabaleta, Amaury Gutiérrez y Sin Bandera.
“Ese concierto es un tributo a todas las mujeres que no libraron la lucha”, subrayó en conferencia de prensa la directora de Fundación IMSS, Patricia Guerra, en la que agradeció a las personalidades que se suman a esa causa.
Recordó que el movimiento se realiza desde hace cuatro años por iniciativa del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y que al año mueren seis mil mujeres pese a que 95 por ciento de los casos son curables si se detectan a tiempo, aunque se diagnostican en etapas tardías.
El lema de la cumbre es “10 mil razones para estar de pie” debido a que 10 mil mujeres levantaron diversos testimoniales para dar a la sociedad los motivos por los que vale la pena hacerse una mastografía, además de que habrá 10 mil participantes el 22 de mayo, entre ellas ponentes internacionales.
El encuentro iniciará a las 10:30 horas con la ceremonia inaugural tras lo cual se ofrecerán las conferencias y después de las 18:35 horas, cuando termina la última ponencia, dará inicio el concierto, que será gratuito, abierto al público en general y los boletos se conseguirán mediante la página web de Fundación IMSS.
La causa específica de la cumbre es el Vagón Rosa, donde junto con la Fucam y Grupo México se donará un ultrasonido para empezar a llegar a las comunidades rurales en el tren de la salud a donde casi nadie llega.
La cantante Daniela Romo, sobreviviente del cáncer, señaló que estaba ahí porque la invitó Patricia Guerra, además de que para ella el Seguro Social es muy importante, pues nació en una clínica de la institución ubicada en la calle Gabriel Mancera, colonia Del Valle, y su mamá siempre se atendió en el Seguro.
“Tengo una obligación doble porque sobreviví dos veces, tengo la obligación de tender la mano y ayudar a quien me lo pide”, mencionó, y compartió que fue hija de madre soltera y por poco no nace, “ya que en el siglo pasado era penadísimo mientras que en el actual es facilísimo”.
Sostuvo que hay una enfermedad peor que el cáncer: la indiferencia. “Ojalá no seamos indiferentes, ojalá muchas mujeres nos escuchen porque no nada más hay cáncer de mamá, también hay cérvico uterino, de testículo, de próstata, todos los seres humanos nos tenemos que tender la mano y ayudarnos los unos a los otros”, externó la también actriz.
Comentó que a veces eso de la lucha es difícil, pero le puede pasar a cualquiera, e incluso recordó a su amiga, la también actriz Lorena Rojas, a quien perdió, y aseveró que en esa enfermedad hay democracia porque todos van a sufrir y llorar, y a seguir por alcanzar el objetivo de recuperar la salud.
“Mayte Prida me hizo el favor de regalar un libro sobre su lucha contra el cáncer y cuando me lo regaló precisamente yo también decía: a mí no me va a pasar una cosa así, y al poco tiempo me ocurrió… y pensé en ella y en que a lo mejor su libro me podría servir”, expuso.
Por su parte la presentadora de Televisión y Radio en Estados Unidos Mayte Prida, que se encuentra en México, dijo que es una sobreviviente del cáncer, por lo que agradeció la iniciativa y se mostró feliz de participar con ella.
Explicó que a los 39 años fue diagnosticada con cáncer de mama, precisamente cuando estaba en Estados Unidos y pasando por una situación bastante precaria. Además estaba recién divorciada y le acababan de cancelar su programa de televisión y, por consecuencia, su seguro.
“Después de llorar muchos días y tratar de lograr un intercambio allá arriba pidiendo que no fuera mío el diagnóstico, porque a todas nos ha pasado de cuestionarnos por qué a mí, creo que en el momento en que supe transformar la pregunta de por qué a mí en para qué a mí, encontré la razón a mi lucha”, dijo.
Indicó que el diagnóstico fue en etapa tres, ya muy avanzada y no estaban seguros de que fuera cuatro hasta que llegara la operación, pero en una segunda opinión además le encontraron un tumor en el riñón.
Fueron siete años de lucha contra el cáncer de mamá, de pulmón y de útero, y reflexionó en que había algo que no había aprendido pero ya lo hizo: que la lucha contra ese padecimiento es un trabajo de equipo porque muchas veces la mujer, sobre todo la que carece de un nivel educativo alto, tiene miedo y pena.
A ese hecho se suma la situación migratoria que viven las latinas en Estados Unidos, entre cuyo sector el cáncer de mama es menos diagnosticado y las que más mueren porque sus maridos las abandonan o no se atienden por miedo a la deportación.
Alertó que antes se creía que la enfermedad daba a mujeres mayores de 65 años, pero abarca a la población en general, incluyendo a jovencitas, además de que 1.5 por ciento del cáncer de mama diagnosticado en el mundo corresponde a hombres, a quienes les da miedo hablar de una “enfermedad de mujer”.
“Me sumo a la lucha porque todas tenemos alguien en la vida por quién luchar”, aseguró, por su parte, Susana Zabaleta, quien compartió el caso de su amiga Sandra, una de las muchas que decía: “a mí no me va a pasar”.
Más que de la enfermedad habló de lo que ocurre en torno a ella “porque quien se muere se va, pero los que quedan son los que sufren por esa ausencia y por no haberla detectado a tiempo, como ocurrió con Sandra, quien dejó a dos hijos y un marido, y es muy triste no haber podido hacer algo por su vida”, mencionó.