A Luis Miguel le fascinaban el cabello y los ojos de Lucero
Durante la promoción de la película Fiebre de amor, que Luis Miguel y Lucero protagonizaron en 1985, El Sol reveló que le gustaban los ojos y el cabello de la cantante, aunque en palabras de ésta última, nunca sostuvieron un romance.
“Tres cosas que me gusten de ella, quizá sus ojos. Mirando lo profesional, me gusta mucho como actriz, lo hace muy bien, se mete mucho en sus papeles. Cuando tuve la oportunidad de estar actuando con ella, veía que pensaba en lo que tenía que hacer y eso es muy importante, hay que tener profesionalismo en esta carrera”, declaró el cantante.
“Quizá como a todos nosotros los muchachos, nos gusta mucho su pelo, que es muy bonito”, añadió durante una entrevista que el club El Rey Sol Chile subió a su canal de YouTube y en la que se le preguntó por tres cosas que le gustaran de la entonces llamada Lucerito.
Ante tal respuesta, la adolescente de 16 años comentó en son de broma: “Gracias, es que tenía un puñal acá atrás para que dijera la verdad”.
La pregunta también se le hizo a ella y destacó que, entre otras cosas, le gustaba mucho la forma de ser de Luis Miguel.
“Es muy tranquilo, muy simpático. No trata de ser artificial ni nada, es muy natural. También es muy buen actor y se la regreso porque cuando estábamos en la película pensé que se iban a repetir las escenas por cualquier cosa y no porque fuera tontito”.
Destacó que el intérprete de éxitos como La incondicional y Decídete hacía todo lo que le decían a fin de que saliera perfecto el rodaje del filme.
“Si se tenía que tirar al agua, lo hacía sin decir nada, en cambio yo alegaba: ‘qué miedo, qué no sé qué o no sé cuánto’. Y su pelo también me gusta mucho”.
En otro momento, Lucero comparte las anécdotas que vivieron mientras hacían la secuencia de boda entre sus personajes de Fiebre de amor.
Recordó que cuando portó el traje de novia sentía mucho calor y sudaba a mares debido a la crinolina, el fondo, el velo y las flores que traía encima.
“En el momento que entré a la iglesia, yo juraba que me estaba casando. Sentía los mismos nervios que ha de sentir una novia al ver al padre muy serio, el decorado de la iglesia, la alfombra roja, las flores blancas y ese pasillo donde había gente a los lados”, puntualizó Luis Miguel.