Vacunas, el mejor remedio ante los grupos antivacunas
Existen vacunas porque hay que proteger a los niños y a la población de enfermedades, asegura Leticia Cedillo Barrón, investigadora del departamento de Biomedicina Molecular del Centro de Estudios Avanzados (Cinvestav) ante el surgimiento de grupos antivacunas.
“Como científica lo puedo decir, cuando se buscan vacunas, se buscan por enfermedades bastante graves y que afectan a muchísima gente; de tal suerte que si hay vacunas, es porque hay que proteger a los niños y a la población para que no se enfermen”, sentencia la especialista en entrevista con Notimex.
Y es que, recientemente han resurgido enfermedades que parecían erradicadas y han vuelto a ser foco de atención en Europa, como los más de 41 mil casos registrados en niños infectados por sarampión y del que se responsabiliza a los grupos antivacunas.
Se trata de una corriente que “se originó desde el siglo antepasado, donde los padres no llevaban a sus hijos a vacunarse”, pues consideraban que las inmunizaciones, en vez de ser benéficas y proteger, eran el detonante de enfermedades, detalla Cedillo Barrón.
“Esta corriente dice que debemos de dejar a los hijos a que se inmunicen con los propios microorganismos que hay en la naturaleza, lo que es totalmente falso”, subrayó.
Explica que la tendencia a no vacunarse ha tomado fuerza “en la gente más educada, un movimiento –dice– que se ha generado en Europa principalmente y también ha llegado a Estados Unidos, asociando aspectos adversos a las vacunas con enfermedades neurológicas o personas como el autismo”.
Y un nicho para la proliferación de esta tendencia lo han sido las redes sociales.
“Los padres no vacunan a sus hijos, justo por este movimiento, porque actualmente las bondades que podrían tener las redes sociales, no todas son bondades, porque también hay información falsa”.
Por ello, Cedillo Barrón alerta sobre la veracidad de la información que se transmite y de lo grave que pudiera llegar a ser.“La gente intercambia, manda información de una a otra cadena, donde llega información falsa; entonces, si esto llega a manos de una familia donde no están bien convencidos o no están bien informados de que las vacunas son para proteger la salud de tus hijos, pues evidentemente van a decidir no vacunarlos”.
En México, desde 1991 se han aplicado millones de vacunas gracias al Programa de Vacunación Universal, que incluye la triple viral, sin embargo, en el presente algunos padres de familia han impedido a sus hijos ser vacunados.
Ante este panorama, la investigadora del Cinvestav insta a reforzar “campañas en centros de salud, a través la radio, en la televisión, explicando las secuelas que deja, por ejemplo, la tosferina; el sarampión, que ocasiona la sordera; todas las secuelas de la polio, como el impedimento para volver a caminar.
“Se deberían lanzar campañas provacunas a nivel institucional: Del IMSS, del ISSSTE, pero no solamente a este nivel, también en la radio: Vacuna a tu hijo, dale un regalo de vida; dale salud a tu hijo, protégelo, es importante, él puede morir.
Estas enfermedades no son ligeras, son bastante graves”.La especialista en Biomedicina Molecular recuerda el caso de Estados Unidos en 2015, dónde la visita de un turista al parque de diversiones Disneylandia, que detonó un brote grave de sarampión, con más de 100 casos en 14 estados; por lo que hay que evitar que se fortalezca el rechazo a las vacunas.
“Sí, tenemos qué preocuparnos, pero no porque pensemos que hay un grupo grande de antivacunas, yo creo que más bien no hay que dejarlo crecer, entonces la estrategia aquí es establecer pláticas informativas antes de que ocurra”, dijo.
“Sabemos que la comunidad mexicana es muy aprensiva, pero también apegada a las redes sociales, al intercambio de información, de cadenas, esto es muy frecuente, no esperemos a que tengamos un brote de sarampión, a que la comunidad antivacunas crezcan, más bien hagamos campaña de prevención, donde digamos lo importante que es vacunar a nuestros hijos”, finalizó.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que cada año las vacunas salvan entre 2.5 y 3 millones de vidas.
NTX/VMS/EVG