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Avances en uso de plasma convaleciente para pacientes con COVID-19

Llaman a pacientes recuperados de COVID-19, a donar plasma para salvar la vida de enfermos graves y muy graves

Gracias a esta investigación, 11 pacientes graves se recuperaron y tres se encuentran aún en tratamiento, pero estables y hacia la mejoría

El Académico e Investigador de la UVM, Dr. Luis Villela, continúa trabajando para determinar la dosis mínima terapéutica que haga más efectivo el tratamiento y permita preservar la vida de un mayor número de pacientes.

La investigación sobre el Protocolo de plasma convalenciente en pacientes con COVID19, realizado en colaboración con el Hospital General del Estado de Hermosillo “Dr. Ernesto Ramos Bours”, cuenta también con la participación de la Dra. Melani Otañez, la Dra. Rosa E. Sosa y el Dr. Víctor Manríquez del Hospital General, así como el Dr. Edgar Velásquez del Centro Estatal de la Transfusión Sanguínea.

El Dr. Villela, Líder del proyecto de plasma convaleciente en el Hospital General del Estado de Sonora, explicó que la investigación está conformada por dos fases. En la primera, el propósito, como se explicó líneas arriba, es establecer la dosis mínima terapéutica de transfusión de plasma convaleciente; posteriormente, utilizar esa dosis para la fase dos, en la que se determinará la efectividad del plasma en cada uno de los grupos a analizar. Con ello se busca lograr mejores resultados en la recuperación de pacientes con COVID-19, además de disminuir el riesgo de reacciones adversas.

“Los pacientes que reciben este plasma se han beneficiado, vamos a hacer algunas modificaciones para la fase dos, donde daremos dosis mayores”, expresó el Dr. Villela.

El hematólogo, explicó que, al hablar de dosis efectiva mínima, se refiere a la dosis necesaria para producir un efecto terapéutico (benéfico) con lo mínimo necesario y con ello, evitar reacciones adversas en el paciente.

Recordó que el plasma contiene proteínas que funcionan como anticuerpos, a estas proteínas se les llama inmunoglobulinas y su función es controlar la inflamación que provoca la infección por SARS COV2 a través de otras proteínas (no buenas) como citoquinas.

Cuando una persona se enferma de SARS COV2, se infectan las células del sistema respiratorio, primero las de nariz y boca, bajando hacia los bronquios; después de unos 10-14 días de presentar la infección, el sistema inmunológico del cuerpo reacciona e inicia dicho sistema la defensa produciendo anticuerpos IgM y posteriormente IgG siendo estos últimos los más efectivos para combatir al virus, es cuando se puede obtener plasma.

Cuando se transfunde el plasma convaleciente en el paciente grave o muy grave, las proteínas (anticuerpos) IgG, se unen a ciertas partes del virus, en especial contra la proteína S o proteína Spike (esta proteína es característica del coronavirus dándole la forma radiada del mismo). Los anticuerpos se adhieren a esta zona o proteína S y neutralizan al virus, facilitando que el resto del sistema inmune del paciente lo destruya. Con este proceso disminuye la carga viral dentro del cuerpo y por lo tanto, disminuye la infección y la inflamación a nivel pulmonar; a esto se le llama inmunoregulación.

Villela detalló que dentro del protocolo incluyeron a un grupo de 25 pacientes los cuales se dividieron en graves y muy graves. Los pacientes graves son quienes requieren oxígeno para poder respirar y no están intubados y los muy graves son aquellos que tuvieron que ser intubados. 

La fase uno se llevó a cabo entre la primera quincena de mayo y la última semana de junio. Durante este periodo se observó que el grupo de pacientes graves tuvo mayor recuperación con el uso de plasma convalenciente ya que de 16 pacientes, 11 se recuperaron y tres están aún en el hospital, pero estables y mejorando, es decir, el 87.5% de estos casos ha tenido una respuesta favorable. Mientras que del grupo de los pacientes muy graves (intubados), dos fallecieron.

El estudio permitió determinar que para los pacientes considerados como muy graves se debe incrementar la dosis de anticuerpos. Por lo tanto, para la fase dos que se inicia en este mes de julio se incrementará la dosis exclusivamente para este grupo.

Ante los buenos resultados obtenidos, el Dr. Luis Villela hizo un llamado a pacientes recuperados por SARS COV2, para que acudan a los Centros de Transfusión Sanguínea para donar plasma y ayuden a la recuperación de más personas afectadas por este virus.

“Para ser donante convaleciente tiene que cumplir ciertas características, la primera de ellas es que se haya corroborado que tuvo SARS-COV 2, a través de un estudio de PCR, de biología molecular, a través del cual se detectó la marca genética de este virus en las vías aéreas superiores”, dijo.

Además, los requisitos generales son tener entre 18 y 65 años de edad, tener la prueba positiva para SARS COV2 y tener un mínimo de 14 días de haberse recuperado, con una prueba negativa, es decir deben pasar un mínimo 30 días desde que iniciaron los síntomas para poder ir a donar.

Al llegar al Centro de Transfusión Sanguínea el paciente seleccionado debe responder un cuestionario, se realiza una valoración médica, posteriormente realizan pruebas serológicas para detectar la presencia de anticuerpos en la sangre.

El Dr. Villela indicó que los protocolos se apegan a la Norma Oficial Mexicana NOM-253-SSA1-2012, para la disposición de sangre humana y sus componentes con fines terapéuticos, con lo que garantizan al máximo plasma seguro, es decir, que las posibilidades de infección disminuyan considerablemente.

El Dr. Luis Villela comentó que al finalizar el estudio se espera publicar los resultados para la comunidad médica.

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