Las perspectivas económicas y de recuperación del sistema productivo y de empleo en México, se presentan muy complicadas, al menos durante los próximos tres años. Han transcurrido más de 20 meses desde que asumió la Presidencia de la República Andrés Manuel López Obrador, sin que se avizore mejora.
En todos los sectores productivos se muestra una tendencia a la baja, sobre todo en la pequeña y mediana industria, que es el soporte del empleo e ingreso a nivel nacional. Y también el sector primario se ve “reforzado” con más pobreza. El gobierno este año entregará malas cuentas en todos los rubros que integran el Producto Interno Bruto. La esperanza se hizo polvo.
Para más de 50 millones de mexicanos afectados por la pobreza –de los cuales 26 millones padecen pobreza extrema– “no hay futuro”. Este año se califica por expertos como el peor en materia económica y bienestar social. Aún faltan cuatro meses para que termine el año y, en este periodo, se espera alguna recuperación. De no ser así, el gobierno se justificará argumentando que la mala situación económica del país es producto de los vaivenes financieros internacionales y, sobre todo, a la pandemia del Covid 19.
Este mal sanitario de los mexicanos y del mundo, es un elemento que agrava la precariedad por efecto de la suspensión de prácticamente todas las actividades económicas y también es la causa de haber acabado con los pequeños ahorros familiares y la falta de empleo, particularmente entre la población económicamente activa.
El Presidente ni sufre ni se acongoja, por el hecho de que la pandemia del Coronavirus mantiene en estado de angustia a millones, frente a la expectativa de enfermar y morir. No hay disyuntiva. Los que se salvan o son jóvenes, o fuertes, o que tuvieron oportunidad de atención inmediata. Son los menos. Más de 60 mil muertos por la pandemia, y México ocupa ya el tercer lugar mundial en ese aspecto, después de Estados Unidos y Brasil. Y ahora se habla de que el virus convivirá entre nosotros hasta por 24 meses.
Y el Presidente ¿qué hace?, ¿qué piensa? Tal parece que solamente se ocupa de combatir la corrupción de administraciones pasadas; de hacer declaraciones acusatorias sin respetar el debido proceso y la debida comprobación de hechos… Se la pasa hablando de los nefastos neoliberales y conservadores; de la “rifa del avión, que no es avión”; de recuperar dinero y más dinero; manejar “noticias espectaculares”; la captura, traslado a México y procesamiento de Emilio Lozoya, ex director de PEMEX.
No desaprovecha oportunidades para criticar al sector empresarial, que es el que aporta capital de trabajo, paga impuestos al gobierno e invierte en las industrias de alimentos, de maquinaria, transporte, importaciones y exportaciones; crea empleos y genera riqueza. Los que no pagan o se retrasan, pues que se apliquen las leyes en la materia. ¡México es un país de leyes! O ¿qué no?
La economía nacional ha caído en cerca del 20 por ciento. De acuerdo con información de expertos y de organismos internacionales, el año pasado y el presente, el gobierno de López Obrador no ha respondido a las expectativas de desarrollo económico y de combate a la pobreza.
Se conforma con insistir en que los pobres mejoraron sus condiciones de vida con los apoyos de programas de apoyo social del gobierno. Sin embargo, el programa “Sembrando Vida”, que apoya a jóvenes desempleados y a campesinos en acciones de reforestación en la región sureste, no ha cumplido con sus objetivos por no haber sido debidamente planeado. No se sabe ni quiénes son, qué hacen y hacia dónde van.
Los programas de apoyo productivo agrícola, forestal, ganadero, pesquero y de aprovechamiento hidráulico, tampoco se han cumplido en tiempo y espacio. No hay crédito para los pequeños y medianos productores de granos básicos. La Financiera Nacional para el Desarrollo Rural, no cuenta con recursos ni con planes para el financiamiento.
Para acabarla de amolar, al secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos, “le pegó el Coronavirus” y tendrá que aguantar el descanso de al menos 15 días. Así, los productores de maíz de Sinaloa, de sorgo en Tamaulipas, de trigo en Sonora y Baja California, de cebada, frijol y arroz, entre otros, tendrán que esperar a ser escuchados y Sedalmex les pague el subsidio o el precio de garantía ofrecido. Otro asunto, el de los ocho pueblos Yaquis en Sonora, ha quedado sin resolver, a pesar de que, la semana pasada, el presidente se reunió con ellos.
Por supuesto que no todos los problemas los tiene que afrontar y resolver el presidente, para eso es el gabinete. Por supuesto que no se puede confiar. Tener a un científico de la Biotecnología en Agricultura, no necesariamente garantiza que sea experto en administración de una secretaría tan importante, como Agricultura. O en Gobernación, a una experta y doctora en asuntos jurídicos, que hable de “una crisis económica, no necesariamente significa que se tenga una crisis de las finanzas. Como que hace falta promoverla para un Premio Nobel.