CDMX, 24 Jun (ANTON Noticias).- En el cierre de la Fase de Grupos del Mundial de Clubes 2025, Boca Juniors quedó eliminado tras empatar 1-1 contra el modesto pero aguerrido Auckland City. Más allá del resultado deportivo, el verdadero protagonista fue Christian Thomas Gray, un defensor neozelandés de 28 años que combina su amor por el fútbol con su vocación como maestro de primaria.
Gray, quien enseña en las escuelas Mount Roskill Intermediate y Auckland Primary, firmó el gol del empate en una jugada de táctica fija que tomó por sorpresa a la zaga argentina. Su anotación no solo fue simbólica por marcar el único gol del Auckland en todo el torneo, sino porque también le otorgó al club un millón de dólares en premios, vital para una institución con recursos limitados.
El equipo oceánico llegó al torneo como el más modesto del certamen, compuesto por jugadores que en su mayoría tienen empleos comunes y que, en esta ocasión, solicitaron vacaciones para poder competir contra los gigantes del fútbol internacional. Lejos de los contratos millonarios, autos de lujo y reflectores que acompañan a sus rivales, Auckland City representó al fútbol amateur con corazón y humildad.
Para Boca, la eliminación fue doblemente amarga. No solo no lograron superar al rival menos mediático del grupo, sino que ya sabían que estaban fuera del torneo antes de que el silbatazo final llegara, tras la sorpresiva victoria de Benfica sobre Bayern Múnich.
Lo que parecía un trámite para el conjunto Xeneize terminó convirtiéndose en una historia que quedará en los libros del fútbol: la del maestro que, con un gol y una sonrisa, detuvo el paso de un gigante sudamericano.
