Música

Día Muertos en Colombia un tributo a Juan Gabriel y Elenita Vargas

Juan Gabriel y Elenita Vargas, fueron los personajes para celebrar el Día de Muertos en el Museo Nacional de Colombia, por donde han desfilado centenares de personas para honrar la memoria de estos dos artistas tan queridos por los colombianos.

Como en años anteriores, la Embajada de México el Consejo de Promoción Turística de México y el Museo Nacional de Colombia montaron un altar para dar a conocer las prácticas funerarias prehispánicas que perduran a lo largo del tiempo para celebrar el Día de los Muertos.

Las imágenes de Juan Gabriel y Elenita Vargas, iconos de la música mexicana y colombiana, están imponentes y a lo alto del altar, con fotografías de los dos difuntos, como una forma de honrar su vida y su obra.

Colombianos de todas las edades desfilan por el altar, que se encuentra en uno de los espacios del Museo Nacional, en donde siempre se escucha en el fondo las voces de Juan Gabriel y de Elenita Vargas, una expresión que muestra la unidad de dos pueblos desde las entrañas de sus culturas.

El encargado de asuntos culturales de la embajada mexicana, Ernesto Sosa Gallegos, explicó que el Día de Muertos es un elemento fundamental de la tradición mexicana, donde se instalan altares en honor de los muertos de la familia.

Se rinde tributo a los antepasados, a los difuntos cercanos y a personajes ilustres, o se conmemoran eventos de impacto en la historia de un pueblo.

Los altares convocan a diferentes clases de público por la permanencia de elementos ceremoniales tradicionales, como velas, fotografías de difuntos y calacas o calaveras, que adquieren una destacada connotación en el campo del arte como las “catrinas”.

Pero además forman parte de la iconografía de amplios sectores de jóvenes que adoptan el espíritu y la festividad del mexicano frente a la muerte. Se trata de una tradición sincrética, con importantes componentes del catolicismo.

Los elementos que conforman un altar de muertos son agua, que tiene múltiples significados: refleja la pureza de las almas, el ciclo continuo de la regeneración de la vida y la muerte, y la promesa de fertilidad en la vida y en la siembra.

En el altar se pone un vaso de agua para que el espíritu se refresque los labios y mitigue su sed después del viaje desde el mundo de los muertos.

Catrina o las calaveras, símbolo de la muerte, no podían faltar al lado de la imágenes de Juan Gabriel y Elenita Vargas, dos iconos de la música en México y Colombia.

En el altar están las coloridas calaveras de azúcar, barro, chocolate y yeso, con adornos de colores, distribuidas en todo el altar, y tres calaveras de mayor tamaño que simbolizan la Trinidad cristiana: Padre, Hijo y Espíritu Santo, como elementos del sincretismo cultural.

En este ceremonioso espacio está presente la comida, el tequila, las flores y además de ornato, porque la tradición mexicana indica que su aroma sirve de guía a los espíritus en este mundo.

Objetos personales y el pan, que representa la generosidad del anfitrión y el regalo de la tierra misma, no podía faltar en el Altar en el Museo Nacional. El pan es un elemento agregado por los evangelizadores españoles como representación de la eucaristía.

Ahí también está el papel picado, que representa la alegría festiva del Día de los Muertos y del viento. Velas, veladoras y cirios del altar. Sirven como luz guía a este mundo. Por tradición son de color blanco, símbolo de pureza.

NTX/I/EF/BGG/MUERTOS16

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