La Santa Cecilia apoya la unión de familias de migrantes
La familia es sagrada para los miembros de La Santa Cecilia, sobre todo tras la llegada de tres hijas _ una de la vocalista La Marisoul y dos del acordeonista Pepe Carlos _ en los últimos tres años, que les han dado a la banda otra perspectiva de la vida.
Son cambios muy grandes para nosotros que estábamos acostumbrados a andar de pata de perro. Ahora ya tenemos razones para regresar a la casa”, dijo el percusionista Miguel “Oso” Ramírez, quien junto al bajista Alex Bendaña completa la agrupación angelina de origen mexicano.
“Nos enamoramos, nos juntamos, las familias están creciendo y esa es una etapa para la banda, otra manera de ver la vida, es una cosa muy hermosa”, añadió en una entrevista telefónica.
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La semana pasada, durante un concierto en el Lunario del Auditorio Nacional en la Ciudad de México como parte de la gira de su disco Amar y vivir, el grupo se pronunció contra la separación de familias de inmigrantes en la frontera con Estados Unidos antes de entonar “Nunca más” de su disco de 2015 “Buenaventura” _ la cual han dedicado también a los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y a las víctimas de violencia policial en Estados Unidos.
Y es que sus miembros son todos inmigrantes o hijos de inmigrantes: Pepe Carlos es un “dreamer” que llegó de niño a Estados Unidos proveniente de Oaxaca, México; La Marisoul nació en Los Ángeles pero pasó su adolescencia en el estado mexicano de Morelos; Bendaña es venezolano de ascendencia nicaragüense y, en el caso de Oso, sus padres emigraron de Atoyac, Jalisco a California, donde su papá consiguió trabajo en una fábrica de baterías de autos.
Casi el día que yo nací entró a trabajar a esa fábrica. Duró 25 años trabajando ahí y como muchos inmigrantes trabajando y chambeando sin parar todos los días, haciendo el sacrificio para su familia”, dijo el percusionista.
“Su padre murió en su casa rodeado de su familia tras una larga batalla con el Alzheimer, al poco tiempo de que Oso regresara en medio de una gira para verlo. Pasó sus últimos días “aferrado a eso, a la familia, a de verdad de vivir y de verdad de amar”, señaló el músico.
Para Oso, el álbum Amar y vivir está muy relacionado a las familias de los integrantes de la banda.
“Este disco significa eso, nuestra familia, nuestra cultura, nuestro esfuerzo como migrantes que tiene este país… y de representar a nuestra cultura de una manera muy digna”, dijo. “Como una carta dedicada a nuestros papás porque nos dieron este regalo de la música tradicional, del bolero, la ranchera, la música mexicoamericana, la cultura mexicana”.
Amar y vivir incluye colaboraciones de Comisario Pantera, Noel Schajris, Rebel Cats, Eugenia León, Mon Laferte, El Mariachi de América de Jesús Rodríguez y Caña Dulce y Caña Brava. Lo grabaron totalmente en vivo en la Ciudad de México y les valió una nominación al Grammy al mejor álbum pop latino.
Fue en el mismo Lunario donde La Santa Cecilia comenzó la gira de Amar y vivir el año pasado. La banda continuará su recorrido en julio por Estados Unidos con fechas en Denver, Chicago, Nueva York, Filadelfia, Miami y San Antonio. En octubre llegará al Walt Disney Concert Hall de Los Ángeles.
“Para nosotros fue una experiencia maravillosa. Queríamos regresar a cerrar el ciclo de ‘Amar y vivir’, de la gira y también del disco”, dijo Ramírez sobre su concierto en la Ciudad de México.
Durante la segunda mitad del año la banda galardonada con el Grammy al mejor álbum de rock latino o de música alternativa por Treinta días (2013) planea lanzar algunas canciones y componer.
Entre la música que están escuchando en este proceso creativo, dijo Ramírez, hay mucho soul, Marvin Gaye, funk, blues y jazz, así como su base latina de son jarocho, rancheras, cumbias…
“Ojalá salga un disco nuevo muy pronto”, dijo Ramírez. “Ya tenemos 22 canciones o ideas escritas”.