Con la preocupación legítima de hacer feliz a la gente y de lanzar un grito de amor y paz, pese al lenguaje florido, directo y catártico, Alex Lora, cimbró el Palacio de los Deportes ante más de 20 mil espectadores, que se liberaron de sus cargas emocionales a través de las crónicas musicales, que desnudan la realidad de los mexicanos.
En el marco del 50 Aniversario de trayectoria musical, Alex Lora no solo recibió el cariño y amor del público que le recordó a su mamacita en repetidas ocasiones y viceversa, sino también de sus hermanos compositores, luego de que el maestro Armando Manzanero en compañía de su homólogo, Gil Rivera y Gonzalo Curiel, le entregaran un galardón especial por este medio siglo de ser el máximo exponente del rock and roll.
De la misma forma el Sindicato de Trabajadores de la Música de la Ciudad de México y la Sociedad de Ejecutantes, otorgaron reconocimientos al fundador del TRI, detalles que Alex Lora compartió con su público, no sin que este despidiera tanto a los compositores como a los representantes de los músicos con un coro monumental de calificativos denostativos, que el público les obsequió.
A minutos de iniciar la aventura musical por los 18 mil 250 días que la banda de rock a sobrevivido, la voz del público arengaba a que Alex Lora pisara el escenario, mientras en las pantallas de gran formato se mostraba como el Lora caminaba por los pasillos del recinto para saludar al equipo que hizo posible el festejo fuera de gran altura.
Mientras el miembro de la Sociedad de Autores y Compositores de México se acercaba a su destino en el escenario, en el entarimado salía un sacerdote azteca, para realizar un ritual de Purificación del concierto con fuego e incienso, mientras los caracoles sonaban combinados con secuencias electrónicas.
Los tambores sonaron y los guerreros emplumados danzaron en el escenario hacia los cuatro puntos cardinales, mostrando con ello la belleza de nuestros ancestros y sus tradiciones politeístas en tributo al aire, el agua, el fuego y la tierra, espectáculo que el público celebró con una ovación de orgullo nacional.
Luego del ritual prehispánico sonó en toda su magnitud la pieza operística, Carmina Burana, con la que se musicalizó un vídeo en el que se ilustraba los sucesos más importantes ocurridos a nivel nacional y que marcaron a la sociedad y al mismo Alex Lora como parte de la misma: Imágenes del movimiento de 1968, contraste de imágenes de Alex Lora y de expresidentes como Díaz Ordaz y Echeverría, de las Olimpiadas, del terremoto de 1985 y 2017, de Salinas de Gortari, EZLN y terminar con la imagen de Chela Lora, parte importante de esos 50 años.
Calificado como cronista urbano, poeta, vicioso, voz de los inmigrantes y Chavo de Onda, Alex Lora salió con su guitarra luminosa y gritó: “Viva México cabrones y que viva el rock and Roll”, para luego interpretar “Boogie del Tri”, y hacer retumbar el Palacio de los Deportes con el Himno Nacional, mismo que al unísono la raza coreó, para coronar el inicio del concierto con el tema “Somos la raza más chida”.
El fundador del TRI, pidió un aplauso para el sacerdote inca, Pachacuti, que vino desde Machupichu, Perú, para desearle la buena vibra de la vida y el destino a Alex Lora en su festejo de medio siglo como activista social de las causas nobles y las críticas ácidas de funcionarios públicos, sucesos naturales y accidentes por errores humanos.
Como lo prometió, Alex Lora hizo feliz al público en todo momento, desde su sarcasmo político hasta la burla al pedir al público recordar al presidente de los Estados Unidos, con la criticada porra futbolera de “Heeeeeee…” y ligarse con temas como “Nostalgia”, “Hasta que el cuerpo aguante”, “Perro negro” y “Tierra en llamas”, todas coreadas por los 21 mil espectadores, que no se perdieron la fecha histórica para la banda de El TRI.
El desfile de invitados especiales inició con la presencia del constante boliviano, Animal de Ciudad con el que cantó a dueto el tema “Metro Balderas” y sorprender a los espectadores con un popurrí de rancherorockero con temas como: “No vale nada la vida”, “Cielito Lindo” y “México Lindo”.
Enseguida anunció al segundo invitado de la noche, al cantautor español, Cirilo, con quien cantó a dueto “Mente rockera” y “Abuso de autoridad”. Los recuerdos iban y venían en la mente de todos los espectadores al recordar sucesos trágicos como la explosión de San Juanico, con el tema que desmenuza la desgracia de la década de los años 80’s.
Y como si estuviera hablando del presente, Alex Lora cantó uno de los temas más emblemáticos de estos 50 años, como “Niño sin amor”, que describe el trabajo infantil, ante la pobreza extrema de algunos sectores de la población mexicana, que a través del trabajo de niños logra sobrevivir en el asfalto y entre los carros.
El momento más álgido del festejo de los 50 años, fue cuando Alex Lora pidió un aplauso para recibir a quien él considera como el más: “Fregón compositor romántico del mundo, Armando Manzanero”, con quien canto “Quien da un peso por mis sueños” y en una insólita ejecución a piano, Manzanero canto el tema icono del TRI, “Triste canción de amor”, arrancando con ello la ovación de los jóvenes que le secundaron con un gran coro
Enseguida los compositores y autores de México brindaron un galardón de manos del presidente de la SACM, Manzanero Canché y del Sindicato de Músicos y Ejecutantes de México, ambos galardones fueron recibidos de manera emotiva por Alex Lora, quien despidió a sus invitados con un abrazo fraterno.
Otro invitado que pasó sin pena ni gloria como los primeros, fue el argentino, Luciano Napolitano; con quien cantó “Ella es un Ángel”, “Rock and roll y fiebre” y “El rocanrol nunca muere”. Alex Lora seguía con la energía al cien e interpretó una de las canciones favoritas de sus seguidores “Pobre soñador”, que encendió los ánimos de nueva cuenta y la mejor de las fusiones y el invitado que más euforia causó fue Panteón Roco, con quien cantó “Chavo de onda”
El concierto a dos horas de haber iniciado se acercaba a la mitad de vida y para ello, Lora invitó al escenario al que llamó el “Brujo” del rock, Javier Batiz y a su amigo actor y músico, Pocholo, con quienes cantó “Metromental”, “Oye cantinero” y “Lucila”. En todo momento al principio y al final de cada canción, Lora preguntaba al respetable, están felices, aumentando con ello la empatía de los jóvenes que llenaron el Domo de Cobre, de la Magdalena Mixuca.
Dentro de los regalos importantes que recibió, Alex Lora, fue la entrega de su camioneta, misma que fue modificada con cambios y detalles alusivos al medio siglo de carrera; trabajo realizado por el program de televisión, Garage Custom, que gastó más de 30 mil dólares, para sorprender al líder del TRI, al presentar la unidad en un vídeo.
Canciones en acústico como “Nuestros impuestos”, “Igual para todos”, “2 de octubre”, “No nos ha hecho justicia la Revolución”, “Viejas de vecindad”, deleitaron a los espectadores para luego interpretar “Nunca digas que no” y a dueto con el cantante urbano C-Kan, el tema, “Difícil parece fácil.
El rugir de los motores de las potentes motocicletas se hicieron sentir al reunir a decenas de motociclistas de Los Dorados de Villa detrás del escenario, mismos que fueron captados en pantalla para que el público viera la dinámica con este grupo que felicitó al maestro Alex Lora, quien a su vez anunciaba la presencia de Toño Lira y Calamaro con quienes cantó “Esclavo del rock and roll”, “Todo a volar”, “Alta suciedad”, “Cásate o muérete” y “No nos molestes”.
Otros invitados que fueron parte del 50 aniversario fueron Tremenda Corte, Gil Rivera, La Sinfónica Azteca, La Sonora Santanera y los concursantes de La Voz Perú, que fueron sus discípulos durante el programa de televisión andina y la misma Chela Lora, quien ofreció unas palabras a su pareja sentimental y agradecer al público el apoyo a la banda más emblemática del rock mexicano como El TRI.