CDMX, 27 Jun (ANTON Noticias).- Después de cerrar con broche de oro su gira Nuestro Lugar Feliz en su natal Medellín, Camilo regresa con una propuesta tan emocional como provocadora: “Maldito ChatGPT”, un nuevo sencillo donde el amor se convierte en un dilema sin respuesta clara, ni siquiera para la inteligencia artificial.
Con su estilo pop-folk característico, Camilo presenta una canción que, entre ironía y poesía, explora la complejidad de amar a alguien que quizá no encaja con la lógica, pero sí con el corazón. En tiempos donde todo parece tener una solución programada, “Maldito ChatGPT” se rebela contra las fórmulas predecibles y reivindica el caos hermoso de lo irracional.
“Vivimos rodeados de respuestas rápidas. De fórmulas diseñadas para evitar el fracaso… Pero el amor no es un casting”, reflexiona Camilo en el contexto de esta canción. Y es precisamente ese mensaje el que resuena en la letra: un canto a las decisiones que se sienten, no se calculan.
El videoclip, dirigido por Evaluna Montaner y Sebastián Andrade, tiene como escenario una oficina sombría y saturada de papeles, inspirada en la estética del clásico Office Space. Camilo, confundido y atrapado en la monotonía, recurre a toda clase de “consejeros”: una bola mágica 8, una flor deshojada, un adivinador de dedos y sí, incluso a ChatGPT, que representa aquí la voz de la razón algorítmica… esa que a veces solo complica más las cosas.
La canción no se burla de la tecnología, pero sí plantea una pregunta genuina: ¿puede una IA entender lo que sentimos? ¿Podemos confiar en datos para tomar decisiones del corazón?
Este lanzamiento marca el inicio de una nueva etapa creativa para el cantautor colombiano, quien ha acumulado seis Latin GRAMMY® y tres nominaciones al GRAMMY® a lo largo de su carrera. “Maldito ChatGPT” es tanto una reflexión sobre nuestra relación con la tecnología como una defensa del sentir sobre el pensar.
Además, el tema llega en un momento significativo: el cierre de su tour mundial, celebrado en Medellín con invitados especiales como Morat, Nanpa Básico, Evaluna, Mau y Ricky, y su suegro Ricardo Montaner. Una noche que más que despedida, fue un agradecimiento a su público, su “tribu”, como él la llama.
