Recientemente se dio a conocer el caso de Tyler Broome, un pequeño de 11 años residente de la localidad británica de Tuxford, que terminó con lesiones serias en el cerebro luego de participar en un desafío conocido como ‘el carrusel de la muerte’.
De acuerdo con medios locales, el 12 de septiembre el pequeño se encontraba en el parque con un grupo de amigos, cuando uno de los jóvenes lo retó a sentarse en un pequeño carrusel para ser impulsado con la rueda trasera de una motocicleta.
En una grabación que publicó la madre del afectado, Tyler luce desmayado, pero los jóvenes no parecen darse cuenta de lo ocurrido y entre risas continúan acelerando el motor de la moto.
El niño fue encontrado inconsciente en el parque por otro joven, quien llamó a una ambulancia. Según un mensaje publicado en Facebook por la madre del menor, Dawn Hollingworth, en el hospital los médicos primero tuvieron que investigar los síntomas que presentaba Tyler antes de brindarle tratamiento, debido a que nunca antes se habían topado con un caso similar.
Los niveles extremos de fuerza gravitatoria a los que fue sometido el pequeño, fueron similares a los que normalmente experimentan los pilotos de aviones de combate o astronautas en entornos controlados.
Se cree que la fuerza de gravedad forzó la entrada de líquido y sangre en el cerebro de Tyler, provocando que sus ojos se inflamaran y ocasionara problemas en la visión.
La Policía de Nottinghamshire ha iniciado una investigación sobre los hechos.